Antes de aterrizar en El Prat , desde la ventanilla del avión , el primer artista invitado saluda a los viajeros . Se trata del delta del Llobregat , una reserva natural junto al aeropuerto que consigue que olvides la cercana gran urbe entre sus juncales , sus lagos

, sus playas y sus aves . En otro parque natural , el de Sant Llorenç del Munt i l ’ Obac , el paseo descubre las tines , antiguas construcciones ligadas a la cultura del vino tan arraigada en esta

Castellers .

Delta del Llobregat .

tierra . Incluso las vías ferratas tienen su lugar en la provincia de Barcelona : la adrenalina se dispara colgando de la pared en Vallcebre .

Una tradición tan catalana como el pa amb tomàquet es la de los castellers y en Vilafranca del Penedés es posible asistir a los ensayos de la colla castellera más laureada .

No sólo de turismo activo vive Barcelona , la historia , los museos y las tradiciones también tienen su lugar en la provincia . Vic saluda al turista con la tranquilidad de una pequeña ciudad , con su mercado medieval de martes y sábados , la torre románica más alta de la Península y su exquisito salchichón . Aunque son las

ENOTURISMO EN LA PROVINCIA DE BARCELONA

El Vinseum , el museo de las culturas del vino de Vilafranca del Penedes ; las visitas a bodegas , que te harán ver de manera diferente el cava ; los hoteles entre viñedos , con spa y hasta campo de golf ; los miradores de Miravinya ; y , por supuesto , las catas , han convertido a la comarca del Penedés en una meca del enoturismo . ¡ Salud !

Tinas .

pinturas de su catedral el mayor reclamo para quienes se animan a recorrer los poco más de 70 km que la separan de la capital . Más cerca está Vilanova i la Geltrú , con dos joyas como son el Museo del Ferrocarril de Cataluña y la biblioteca museo Víctor Balaguer . Una tradición tan catalana como el pa amb tomàquet es la de los castellers y en Vilafranca del Penedés es posible asistir a los ensayos de la colla castellera más laureada .

La costa del Garraf , entre Castelldefels y la provincia de Tarragona

, muestra al mundo un paisaje de calas , playas y bosques en los que resulta difícil avanzar sin parar el coche en cada mirador . Ciudades como Sitges o la mencionada Vilanova i la Geltrú ponen el contrapunto urbano a este paisaje . Pero , si las ganas de bañarse superan a las de conducir , las playas de El Prat , con sus chiringuitos , serán la opción perfecta para refrescarse .

De todas formas , siempre después de visitar la Sagrada Familia , pasear por el Barrio Gótico y sentirse guiri en las Ramblas .