Puerta de Embarque - Noviembre 2017 PE118 | Page 12

12 Turismo Rural PUERTA DE EMBARQUE - Noviembre 2017 Ronda. Granadilla. Teror. ©Román Aguiar Suárez. Villacorta. Taramundi. Ronda. Cinco pueblos con encanto Viajar por el interior de España es una aventura. Es maravillarse con paisajes impresionantes, con pueblos y pueblecitos donde el tiempo parece transcurrir a otro ritmo, y donde te dan de comer tan estupendamente bien que te conquistan para siempre. GRANADILLA El pueblo fantasma de Extremadura Sin duda, Granadilla, situado a orillas del embalse Gabriel y Galán, es uno de los pueblos extremeños con más encanto… solitario encanto. Abando- nado por los lugareños allá por el siglo XX, este pueblecito -amurallado por ser paso obligado de la Vía de la Plata-, ha sido declarado Conjunto Histórico- Artístico e incluido en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandona- dos. Durante la construcción del em- balse, fue desalojado por miedo a que- dar sepultado por el agua. En Zarza de Granadilla, se pueden degustar platos típicos como las “patatas escabecha- das” o el “zarangollo”. Granadilla del Duque es una casona rural típica extre- meña para alojarse. Como si el tiempo se hubiera detenido, Taramundi es un enclave donde el agua, los antiguos molinos y sus tejados de pizarra te atrapan sin tregua. En el cen- tro del pueblo encontramos uno de los castros más importante del norte de Es- paña. Otra de las curiosidades del pue- blo es su Museo de la Cuchillería Tradi- cional, famoso por sus navajas. Lo que no hay que perderse en Taramundi es el Conjunto Etnográfico Os Teixois, una muestra única de los ingenios hidraúli- cos y de la historia de la humanidad. Pero, sobre todo, Taramundi es un lugar para perderse entre sus cascadas, como la de Salgueira, sus bosques o las aldeas de cuento que colindan con ella. Un lugar mágico para encontrarse con una Xana o un Trasgu, personajes de la mitología asturiana, a la vuelta de cada esquina. Para dormir: La Rectoral. Para comer: Sidrería Solleiro TARAMUNDI Un viaje en el tiempo En medio de las montañas y los valles más verdes asturianos, encontramos un pueblo mágico que nos hace via- jar muchos siglos atrás para aprender cómo era, desde la edad del Bronce, la vida rural. TEROR La Villa Mariana de Gran Canaria El municipio de Teror, al norte de Gran Canaria, es una de las villas con más en- canto de la isla que, cada año, acoge mi- les de peregrinos que acuden a visitar a la Patrona: la Virgen del Pino. Desde La Plaza, centro neurálgico de la villa y lugar de paso en el casco histórico, se aprecian los balcones típicos canarios en las casas coloridas que adornan el pueblo. Asimismo, el chorizo de Teror y el mer- cadillo artesanal son dos de los atractivos que pueden disfrutarse, junto a una co- mida en El Encuentro y una estancia en La Casa de Piedra. RONDA La de los bandoleros Muchas veces se le dice la “ciudad so- ñada” y realmente Ronda es un sueño hecho realidad. Se impone pasear por su antigua medina árabe, en la orilla sur del río Guadalevín, y alcanzar el Puente Nuevo para quedarnos -literalmente- con la boca abierta frente al espectacular desfiladero. Sin duda, uno de los pue- blos blancos que más impresionan a los turistas en su periplo por Andalucía. Ya no lo frecuentan bandoleros, pero su encanto al abrigo de la sierra permanece intacto. Para dormir: Hotel El Poeta de Ronda, una casona restaurada del siglo XIX, ge- nuinamente andaluza y en pleno casco histórico. Para comer: Restaurante Casa Pedro Romero, donde saborear la buena coci- na rondeña o, simplemente, unas exqui- sitas aceitunas aliñadas. RIAZA Los pueblos del color A una hora escasa de Madrid nos encontramos con la Villa de Riaza, enclavada en un entorno único, al abri- go de la sierra de Ayllón y entre parajes de incalculable belleza. En este entor- no encontramos la Ruta del Color, que aporta un importante valor añadido al municipio segoviano. Esta ruta la componen unos peque- ños pueblos que tienen gran encanto, pedanías de Riaza que se caracterizan por los rojos, amarillos y negros. Alquité y Martín Muñoz de Ayllón son los pueblos amarillos, Villacorta y Madriguera destacan por el rojo de sus calles y construcciones, y Becerril, El Muyo, El Negredo y Serracín llaman la atención por el negro de la pizarra utilizada en sus edificaciones. Una ruta cien por cien recomendable, un viaje lleno de contrastes por la falda de la sierra de Ayllón. Imprescindible, un “botellín” bien fresquito en La Tasca en Villacorta.