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Tu Próximo Destino
PUERTA DE EMBARQUE - Mayo 2017
Núremberg
La joya de Baviera
Hospicio del Espíritu Santo.
© Birgit Fuder.
© Uwe Niklas
En el estado federado de Baviera, en el corazón de la región de
Franconia, visitamos esta ciudad alemana de origen medieval, en
la que vivió gran parte de su vida el pintor Alberto Durero y que fue
capaz de sobreponerse a la destrucción casi absoluta.
Texto: Mari Cruz Marina. Fotografías: © Nuremberg Convention and Tourist Office.
R
enacida de sus cenizas, la
ciudad de Núremberg pone
de manifiesto, quizás como
ninguna otra, la capacidad de
Alemania para rehacerse. Su
nombre está inevitablemente vinculado a la
II Guerra Mundial y no sólo por los famo-
sos ‘Juicios’. A principios de 1945 los aliados
la bombardearon, destruyéndola en más del
90%. Una ciudad que tenía a sus espaldas
más de 1.000 años de historia -se la cita por
primera vez en 1.050-, que había sido en-
crucijada de rutas comerciales durante la
Edad Media y que el propio Tercer Reich
consideraba una joya, quedó reducida prác-
ticamente a escombros. Y 6.000 personas
perdieron la vida. Eso son las guerras.
En el Museo de la Ciudad, una bonita
casa renacentista (Fembo Haus) con aco-
gedores salones forrados en madera, se
exhiben fotografías que dejan patente el
despliegue del nacionalsocialismo en Núr-
emberg. Otras imágenes retratan el lamen-
table estado en que quedó tras la contienda
bélica. Después de ver estas escenas, mi-
rar alrededor y constatar lo bella que es de
nuevo Núremberg resulta increíble. Todo
se ha vuelto a levantar minuciosamente,
imitando a la perfección el estilo, replican-
do los edificios, en algunos casos con las
mismas piedras,… dejando atrás el pasado
para construir un próspero presente.
PASEANDO POR EL ALTSTADT
El Altstadt o casco antiguo, rodeado por
una muralla medieval, alberga en su interior
un soberbio castillo imperial y tres iglesias
antiguas. Es el foco de atracción de los turis-
tas y también el núcleo de la vida nocturna y
comercial. Podemos acceder por la Königs-
trasse, la calle peatonal que desde el exterior
de la muralla, junto enfrente de la estación
de tren (Hauptbahnhof), y atravesando una
sólida torre circular -la Laufer Tor- conduce
hasta el mismo centro de la ciudad antigua.
Tras pasar la esbelta iglesia de San Loren-
zo, nos topamos con el río Pegnitz, que
nace a 80 kilómetros de aquí y que atraviesa
la ciudadela medieval de Núremberg divi-
diéndola en dos partes bien diferenciadas.
Desde el amplio puente se contempla de
frente el antiguo Hospicio del Espíritu San-
to. Siguiendo el ejemplo de otras ciudades
alemanas, también Núremberg ha transfor-
mado una zona del río para convertirla en
su “playa” urbana durante el verano.
Sin abandonar la Königstrasse fácilmen-
te se alcanza la Hauptmarkt, la espléndi-
da “Plaza del Mercado”, que en Navidad
acoge uno de los mercadillos más famo-
sos y concurridos de Alemania. Al parecer
algunos de los puestos tienen más de 100
años. Si nuestra visita a Núremberg no
tiene lugar en diciembre, lo que encon-
tremos en esta plaza de buenas dimensio-
nes son pulcros puestos donde se venden
verduras de temporada –los espárragos
son especialmente apreciados-, flores y
plantas, y las típicas galletas de gengibre
de Núremberg.
Hay otros dos puntos de interés a los que
prestar atención en esta plaza: la bonita igle-
sia gótica de Nuestra Señora -Frauenkirche-,
y la original fuente dorada de 19 metros em-
plazada en una de las esquinas, la “Fuente
Hermosa” o Schoner Brunnen, adornada