Periódico Casco Antiguo News EDICIÓN 24 · JULIO - AGOSTO · 2018 | Page 16

PERSONAJE PA N A M Á sus piezas más aplaudidas: Te vi partir, de 1937; Me besó y se fue, su primer disco, de 1936; Indiferen- cia, Malditos celos, Arruyito, Vieja amiga y El adiós, de 1938; Mano a mano, La copa del olvido, Nubes de humo y Yira, de 1939; y algunas composiciones de 1940-1941, como El vino triste, La mariposa, Clavel del aire, Igual que ayer, Bettinoti, Con toda la voz que tengo, Yo tam- bién y Secreto, según nos narraron algunos presentes, como Eduardo Charpentier de Castro. Al zarpar, nuevamente una mul- titud fue a despedirlo, en medio de la tarde-noche del 3 de septiembre. Se dirigía a Bogotá y ya había cul- minado dos filmes y actuaba en el último: La canción de los barrios, En la luz de una estrella y Cuando canta el corazón. Era la época de oro del cine patagónico. Con Hugo, el tango desembarcó para quedarse. AÑOS DESPUÉS «Estoy convencido de que el artista está obligado a pronunciar- se políticamente, en especial si si- gue una corriente popular, como la gente del cine, la radio, la televisión y, lógicamente, el teatro, porque si todos ellos no están del lado del pueblo, ¿quién lo va a estar? Cuan- do un artista llega a un determinado nivel de fama, contrae la obligación de jugársela por toda esa gente que lo ha llevado al éxito, es decir, el pueblo al que dirige su mensaje», dice Del Carril. Hugo se matriculará con el mo- vimiento peronista, participando con Enrique Santos Discépolo, otro grande de la composición tanguera, en la famosa marcha sobre la plaza de Mayo del 17 de octubre de 1945, que dotó al pueblo argentino de un caudillo llamado Juan Domingo Perón y lo colocó en la presidencia para el periodo 1946-1952, dignifi- cando por primera vez a los pobres, a los humildes, a los descamisados. Fue un perseguido político, pro- bó las mieles amargas de la cárcel y el exilio, sufrió con su pueblo las persecuciones solidariamente y nunca traicionó ni se excusó por el peronismo activo y militante, así como nunca dejó de cantar, compo- niendo y grabando más de 250 pie- zas inolvidables. En el cine, pasó de actor a di- rector en 1949. Su primera pelícu- la como tal fue Historia del 900 y, la última, Yo maté a Facundo, de 1975. Su última actuación como actor fue en la cinta No habrá más pena ni olvido, del director Héctor Olivera, en 1983. Partió al mundo de los inmor- tales el 13 de agosto de 1989, y expresó desde su patria la solidari- dad del peronismo ante un Panamá agredido por las hordas del terroris- mo extranjero, y recordando siem- pre a los hombres y mujeres dignos, trabajadores y cariñosos del pueblo de Colón y Panamá. H ugo del C arril His real name was Piero Bruno Hugo Fontana. He was the son of a modest Italian immigrant family. He was born on November 30, 1912, in Buenos Aires, Argentina. A fter struggling really hard he finally recorded his first album with RCA Victor, a successful multinational enterprise that recorded al- most all the music of the continent. Hugo also was a singer in Los muchachos de antes no usaban gomina, directed by Manuel Romero. He was commonly known by his fans as Cantor del Pueblo. Tango, a popular music genre originated in Argentina, also has thousands of Panama- nians followers since it tells a daily life story: the low-class people’s needs, dreams, experiences, and even suffering. Panamanian and other Latin American businessmen decided to hire Hugo del Carril to perform in Panama City, when he was already a renowned sing- er and actor. The newspaper La Estrella de Panamá announced his arrival by sea in the Ulúa ship -three days before it actually happened-, on August 23rd 1941. The singer took the train to the capital city; this was broadcasted by the La Voz de Panamá radio station and the Mundo al Día news channel. A great amount of people piled into the train station of the 5 de Ma