PASOS. Revista digital del IES Sáenz de Buruaga. Nº 1. Abril de 2019. | Page 25

¿Cuáles son los avances que estáis consiguiendo?

El avance que puede uno verificar es, por ejemplo, que te encuentres con una persona que ha estado en un programa de La Liga. Un inmigrante, pongamos por caso de Talayuela, que te diga que gracias a su paso por el programa consiguió hablar castellano, y gracias a ello y a la orientación laboral que le dimos, pues consiguió orientarse en la sociedad española, encontrar una casa y encontrar solución a sus

problemas. Esto de encontrarte a gente es un poco lo que les pasa a los profesores cuando se encuentran con alumnos que han pasado por sus clases y les dan las gracias por aquel consejo, aquella enseñanza o aquel ejemplo. Yo me acordaba mucho de cuando nosotros atendimos a niños que procedían de los antiguos hospicios, de los centros de internamiento de niños que no vivían en familia y que pasaban vacaciones con nosotros en el pantano Gabriel y Galán, donde tenemos un albergue. Estos niños

pasaban allí aproximadamente un mes, y esto les permitía salir de un mundo de encerramiento y percibir la solidaridad, la amistad y el ejercicio de la libertad en condiciones de amistad con otros niños bajo la tutela de nuestros educadores, es decir, un flash distinto, pues tener un flash distinto de la vida puede que a lo mejor te da la luz para decir "mi camino tiene que ir por otro lado: o por aquí o por allá". Esos son los avances, es decir, avances, en definitiva, para conseguir que estas personas puedan encontrar valores, caminos, profesiones, actividades... Esa es la cuestión.

¿Cuáles son los principales retos que tiene ahora mismo la sociedad española y europea?

Uno de ellos es el reto de cómo vivimos; de cómo establecemos un sistema de convivencia en sociedades que cada vez son más plurales y diversas; y de qué manera conseguimos que la diversidad sea una parte de nuestra convivencia sin conflictividad o que el hecho de ser distintos o tener diferentes culturas, distinta raza o distinta religión no sea motivo de separación y enfrentamiento.

El otro reto es el tema de la desigualdad, lo cual es una expresión de injusticia social y origina falta de cohesión social. Este es un reto que se ha agravado en los últimos tiempos como consecuencia de la crisis económica, y hay que reducirlo, es decir, una sociedad sostenible no puede sobrevivir con estas situaciones de injusticia y desigualdad tan profundas como las que se han creado, por ejemplo, la disminución de los salarios o el incremento de los beneficios de las grandes empresas, debido a que estas pagan menos impuestos y, al recaudar el Estado menos impuestos, este dispone de menos recursos para invertirlos en los servicios públicos. Esa es también una brecha importante que hay que resolver.

¿Qué grado de implicación tiene y cuál debería tener la ciudadanía y la juventud?

Creo que la ciudadanía, en un sistema democrático, debería tener más peso. Antiguamente, el rey era el que tenía todo el poder. Más tarde esto se sustituyó por los sistemas democráticos. El sistema democrático tiene un protagonista fundamental en plano teórico, pero también debe serlo en el terreno práctico: este protagonista es el ciudadano y la ciudadanía. El ciudadano, para tener ese protagonismo, tiene que formarse, tiene que ser consciente, y tiene que tener un nivel de preparación suficiente para que no le manipulen. Entonces, en este aspecto, la ciudadanía tiene un papel fundamental y, si esta no controla el sistema democrático, lo controlarán las oligarquías y los sectores minoritarios que tienen más poder; y esto hay que evitarlo. Desde luego, la juventud, en ese sentido, tiene que ser consciente de que, si quiere vivir en un sistema democrático, tiene que participar, intervenir e implicarse para que no la engañen ni la manipulen.

Paola Cidoncha, Clara Moreno y Jesús Franco