11/30/2017
El embarazo Adolescente:
La violencia
En lo que concierne a la seguridad dentro y alrededor de las villas, la situación en la Capital Federal no parece
distinta de la del Gran Buenos Aires. Hay tres datos fundamentales:
- El primero es que en los dos últimos años bajó el promedio de edad de los delincuentes. Antes, los menores
que delinquían tenían entre 16 y 18 años; ahora tienen entre 13 y 15.
- El segundo dato es que, según fuentes policiales, no aumentó la cantidad de delitos sino la ferocidad de
quienes los cometen. "Antes no se mataba a una mujer indefensa después de robarle, y ahora sí", dicen.
- El tercero es que se rompió un código que parecía indestructible: ahora se roba cerca de donde se vive.
En las villas de emergencia se nace, se vive, se ama y se muere (y hasta se mata) con códigos
propios. Es un mundo aparte en el que hay de todo: adolescentes que inhalan pegamento;
chiquitos que antes o después tendrán tuberculosis o diarrea estival; mujeres que hacen
milagros trabajando en los comedores; chicos que roban en los lugares donde les dan de
comer; asesinos que matan por un par de zapatillas y hombres que hacen horas de cola para
llenar un balde con agua potable en una canilla pública Allí, la única globalización es la de la
miseria y la de la violencia, y todos parecen encerrados en una trampa de la que no pueden
salir.
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