aprendizaje de la lectoescritura, puede presentar:
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Formas de zurdera:
Zurdera constitucional
Es a veces hereditaria, hay una superioridad fisiológica del hemisferio cerebral derecho. La inteligencia es normal y no presenta ninguna otra clase de transtorno. Jamás debe contrariarse esta zurdera.
Zurdera falsa
Un trauma cerebral en el momento del nacimiento, o una infección cerebromeníngea, suele determinar en los zurdos falsos un déficit patológico del hemisferio cerebral izquierdo, obligándolos a utilizar la mano izquierda.
Zurdera cruzada
Un cartón perforado sirve para descubrir si el niño prefiere mirar con el ojo izquierdo. Una pelota que incita al juego es suficiente para ver patear al niño y descubrir la preferencia por el uso de la pierna derecha o de la izquierda.
El alumno zurdo cruzado utiliza la mano derecha, pero puede patear con la pierna izquierda. También es capaz de utilizar la pierna derecha y predominar el uso del ojo izquierdo. Es útil para el maestro conocer la situación de los alumnos ambidextros, quienes utilizan indistintamente la mano derecha o la izquierda.
Hoy en día la zurdera no es considerada una patología, a diferencia de hace unos cuantos años que se creía que ésta se podría reeducar. Sin embargo se ha demostrado que un niño zurdo bien definido psicomotrizmente no tendrá ningún problema, aunque si la zurdera no se encuentra bien definida y la dominación es cruzada, es decir que mano izquierda / pie derecho, la lateralidad puede estar afectada.
¿Qué es la lateralidad forzada?
La lateralidad forzada del zurdo contrariado y del zurdo o diestro forzado u obligado, favorece en una proporción estimable las alteraciones en el aprendizaje.
A partir de los cuatro años, cada niño muestra sus preferencias por el uso de una u otra mano, uno u otro pie, que tiene su fundamento en el mayor desarrollo del hemisferio cereblar izquierdo, en los diestros, pues las vías motrices se entrecruzan, y del derecho en los zurdos.
El niño zurdo contrariado es aquel que genética y fisiológicamente por tener mayor desarrollo del hermisferio cerebral derecho, debería manejar la mano izquierda; pero un falso concepto de los educadores o padres, le ha impuesto en el hogar o en el colegio el uso obligado de la mano derecha.
El alumno zurdo contrariado, además de las dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura, puede presentar:
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Formas de zurdera:
Zurdera constitucional
Es a veces hereditaria, hay una superioridad fisiológica del hemisferio cerebral derecho. La inteligencia es normal y no presenta ninguna otra clase de transtorno. Jamás debe contrariarse esta zurdera.
Zurdera falsa
Un trauma cerebral en el momento del nacimiento, o una infección cerebromeníngea, suele determinar en los zurdos falsos un déficit patológico del hemisferio cerebral izquierdo, obligándolos a utilizar la mano izquierda.
Zurdera cruzada
Un cartón perforado sirve para descubrir si el niño prefiere mirar con el ojo izquierdo. Una pelota que incita al juego es suficiente para ver patear al niño y descubrir la preferencia por el uso de la pierna derecha o de la izquierda.
El alumno zurdo cruzado utiliza la mano derecha, pero puede patear con la pierna izquierda. También es capaz de utilizar la pierna derecha y predominar el uso del ojo izquierdo. Es útil para el maestro conocer la situación de los alumnos ambidextros, quienes utilizan indistintamente la mano derecha o la izquierda.
hemisferio cerebral izquierdo, obligándolos a utilizar la mano izquierda.
Zurdera cruzada
Un cartón perforado sirve para descubrir si el niño prefiere mirar con el ojo izquierdo. Una pelota que incita al juego es suficiente para ver patear al niño y descubrir la preferencia por el uso de la pierna derecha o de la izquierda.
El alumno zurdo cruzado utiliza la mano derecha, pero puede patear con la pierna izquierda. También es capaz de utilizar la pierna derecha y predominar el uso del ojo izquierdo. Es útil para el maestro conocer la situación de los alumnos ambidextros, quienes utilizan indistintamente la mano derecha o la izquierda.
Fuente: Narvarte, M. (2001) Transtornos escolares. Detección – Diagnóstico y Tratamiento. Puebla, México. Gil Editores.