Reportaje / Altazor
parse con artistas más viejos y más jóvenes que uno, es una instancia que hay que cultivar en nuestro medio artístico”. Finalmente, no hay que olvidar que para muchos la música es un sueño -como en pocos oficios ocurre- y quienes logran estar deambulando por estos escenarios se sienten premiados por el simple hecho de tocar. Y si además, se les premia, se los nomina dentro de un selecto grupo, bienvenido sea ¿o no? El 2013, el premio se abrió a nuevas categorías, apareciendo los nominados por “Mejor disco Tropical”, haciéndole justicia a un movimiento que mueve masas desde hace un buen tiempo. Apareció Como Ginebra, Sonora Palacios y Chico Trujillo. Estos últimos, y ante su gran éxito, fueron nominados en la sección de “Mejor disco rock” al no existir la nominación tropical. Algo similar ocurre con el rock más pesado, el cual intenta tener cabida dentro de la categoría de mejor disco o canción rock, pero que claramente desarrolla un mundo y una sonoridad que –por decir lo menos- extraña de imaginar en
la misma categoría a Dorso y a Camila Moreno. Ives Gullé es el líder de la banda Heavy Metal Húsar, el siente que hace falta diferenciar a los exponentes que hacen música más pesada. “Siento que no hay espacio para las bandas más extremas. Del jurado los más cercanos al rock son Sol Domínguez, Tito Pezoa, Pierattini, José Miguel Foncea, entre otros, pero Amaro Labra, Redolés, no los siento que tengan alguna identidad rockera musical conocida, tal vez están por ser contestatarios, no sé”. Difícil es dejar a todos contentos, en algo tan subjetivo como es escoger a los mejores dentro de una disciplina artística. Bueno sería que la lista de candidatos se ampliara, como un abanico de proporciones titá nicas, que la gran cantidad de músicos y bandas agujereen con sus melodías a toda la industria formal, y comiencen a tomarse los sitiales que tanto merecen. Después de eso, a quién se le considere mejor que a otro, sólo nos parecerá una anécdota.
Por Felipe Canales
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