MUNCAS XIII GAZETTE | Page 4

a situación actual del

país en materia de educación es realmente preocupante. Los informes generales entregados por el DANE sobre la educación formal en Colombia arrojan una vinculación de cerca de 10 millones de estudiantes de los 2 a los 18 años dejando por fuera a unos 500 mil niños y jóvenes de la población nacional durante el año 2017. Los esfuerzos de los últimos gobiernos por generar una cobertura han sido grandes, desde que en el año de 1995 se establece la Ley General de Educación amparada en la Constitución de Colombia que en sus artículos 44 y 67 determina que “la educación es un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad y de sus derechos y deberes” (Ley General de Educación, pág. 5). Lo que indica no solo una ampliación de la cobertura educativa sino un proceso que vincula el desarrollo integral de la persona humana.

Esta preocupación por la cobertura educativa rodea distintos factores: la insuficiente pertinencia en la educación impartida en las aulas, la poca inversión que se realiza en infraestructura, así como el desinterés político para fortalecer la escolarización con mejores planes educativos que garanticen la permanencia de los niños en la educación formal. Además, uno de los grandes factores para la deserción de los jóvenes de la educación formal se debe a la falta de coherencia que ven entre lo aprendido con sus verdaderas necesidades y las necesidades del país, por lo que unirse al mundo laboral para sostener económicamente sus hogares resulta incoherente, haciendo que algunos dejen la escuela sin haber pasado incluso un solo año en ella.

Sin embargo, esta política de cobertura, que es importante, no es suficiente si no se percibe a los niños y jóvenes como sujetos de derechos, pues han venido siendo concebidos simplemente como sujetos de protección. Las políticas se han dirigido a suplir la necesidad y el derecho a la educación sin tener en cuenta la participación activa de los niños. Asegura Nicolás Corvena que es necesario vincular en la visión educativa la noción de los niños como sujetos de derechos (CORVERA, 2011, 74). Esta noción permitirá a los niños participar en los asuntos de la sociedad-ciudad para así construir un gobierno de los niños donde puedan ser escuchados y puedan tomar decisiones sobre la comunidad de la que forman parte.

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Imagen 1: Los trabajos manuales de Franceso Tonucci. Los jóvenes ven que la escuela no suple sus necesidades y se encausan en la vida laboral

La participación de los niños: un problema de la escuela

Christian Nomelín- Docente de Lenguaje