Ante el panorama, suficientemente documentado, son todavía varios los grupos, desde luego económicos, que, apoyados por líderes políticos y en estudios científicos que ellos mismos financian, insisten en desacreditar la tragedia que se cierne indistintamente sobre todas las civilizaciones que actualmente se desarrollan en la tierra. El clamor por las soluciones incluye desde los lentos procesos educativos, los difíciles acuerdos políticos globales, la revegetalización de extensas zonas degradadas, la conservación de las selvas ecuatoriales y la incorporación de tecnologías “amigables” con el medio ambiente, entre las que destacan las relacionadas con el campo de las energías “limpias”, cuya implementación oportuna habría contribuido, desde hace varias décadas, a impedir el avance de la catástrofe
Al respecto, siguen siendo pocas las compañías gubernamentales o de índole privadas que han iniciado una carrera contra reloj, con el objetivo principal de detener el cambio climático, reduciendo al mínimo la generación de dióxido de carbono entre otros aspectos, mediante la implementación de tantos recursos de energías limpias, sostenibles y alternativos como sea posible (López, 2017).
Inevitablemente, surge la pregunta acerca de los motivos por la demora en la implementación de las tecnologías sobre “energías limpias” ya disponibles hace varias décadas y, de manera inevitable, se encuentra un estrecho vínculo entre las poderosas razones económicas de las petroleras junto con todas las industrias asociadas a este recurso, que no están dispuestas a renunciar a sus enormes riquezas. Todo esto alentado y protegido por políticas y voceros, que, incluso, desde razones pseudocientíficas, han creado un clima de desinformación ideal para incautos y desinteresados. De seguro, el modelo económico planetario, pasará una nueva factura, esta vez en extremo costosa, y que todos tendremos que pagar. A tan solo dos años de emprender las medidas globales necesarias para detener el cambio climático, el panorama luce bastante desalentador, pues nuestra dependencia del petróleo está a muchas décadas de replantearse. Justamente, se trata también de tiempo, un recurso del que ya no disponemos.
Petroleras
editorial
03
07
BIBLIOGRAFÍA
Bermejo, R. (2009). Un futuro sin petróleo. Colapso y transformaciones socioeconómicas. Revista de Economía Mundial, 349.
Ganser, D. (13 de mayo de 2012). Friedensforschung. Obtenido de https://www.danieleganser.ch/assets/files/Inhalte/Interviews/Zeitungsinterviews/www.swissinfo.ch--un-mundo-sin-petr-leo-opini-n-de-dos-expertos-swissinfo.pdf
López, J. F. (4 de Mayo de 2017). Repositorio Institucional. Universidad Nueva Granada. Obtenido de https://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/10654/16457/3/JhonFerneyLopezMendez2017.pdf.pdf