COMUNICACIÓN DE GNOSIS UNIVERSAL!
NOVIEMBRE, 2014
LA VITALIDAD DE LOS RITUALES PARTE I
Por Wallice Jusino de
la Vega
Aunque cada logia
tiene su propia idiosincracia,
generalmente en los procesos regulares
de la masonería enfocamos mayor
atención en los asuntos semanales
comunes que tocamos en nuestra
agenda de trabajo. Por eso es normal
que el masón promedio considere la
parte administrativa como la más
importante. Sin embargo, en esta
oportunidad quiero comentar sobre el
aspecto masónico que considero más
importante: los rituales… y no
solamente la ejecución de estos como
normalmente se hace, sino de rituales
con verdadera vitalidad, con vida.
Esto de rituales “vivos” es un aspecto
que tuvo relativamente corta vida activa
en nuestra orden. Estos florecieron
cuando la institución comenzó a iniciar
Hermanos “aceptados”, dándole paso
primero a aristócratas que venían
buscando posición social y luego a los
grandes esotéricos y ocultistas
partiendo de mediados del siglo 17.
Seis años después del nacimiento de la
entonces Gran Logia de Londres y
Westminster en 1717, su constitución
fue revisada y cargada con conceptos
religiosos, aparentemente en un
esfuerzo de “moralizar” a los masones
(o por lo menos presentarlos como
tales) durante una campaña pública de
reclutamiento de miembros. (1) No
obstante, igual que en aquel tiempo,
para un grupo reducido de Hermanos,
en nuestra jurisdicción y en el mundo,
este ámbito que aquí tratamos sigue
siendo tan relevante hoy como para
aquellos de ayer.
Para mí los rituales son la faceta
suprema de nuestra hermandad, esto
porque fue mediante rituales que se
constituyó la institución, es mediante
rituales que ésta continúa existiendo y
será mediante rituales que se
mantendrá vigente y relevante cuando
todos nosotros hayamos pasado a otra
dimensión existencial. De esa manera
nuestro pasado, presente y futuro están
cimentados en los rituales porque
también es la única manera en que la
masonería ha podido extenderse por el
mundo, la única manera en que sus
miembros pueden avanzar en los
grados y la única manera en que
podemos asegurar la continuidad de
generaciones masónicas futuras. Desde
el Muy Respetable Gran Maestro de
cada Oriente hasta el más novato
aprendiz en cualquier jurisdicción, todos
hemos llegado donde estamos porque
cumplimos varios requisitos de pasar
por rituales. La apertura de la logia es
un ritual. El cierre de la logia es un
ritual. La colecta para los menesterosos
durante todas las tenidas es un ritual.
La monumental importancia es muy
simple: sin rituales no puede haber
masonería.
Opino que como institución debemos
fomentar una comprensión abarcadora
de lo que son los rituales. No me refiero
a cada ritual en particular, sino a todos
en términos generales. “Ritual” es un
conjunto de ritos, en nuestra acepción
siendo estos “costumbres y ceremonias
que consideramos sagradas”, o por lo
menos así debemos considerarlos.
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