MINERVAS Diciembre 2014 | Page 28

COMUNICACIÓN DE GNOSIS UNIVERSAL! DICIEMBRE, 2014 masonería ha sido un enemigo a batir, pero también se ha creado sus propios problemas muchas veces. Regodearse en un esoterismo mal entendido y en cierta mitomanía de buscar símbolos masónicos por todas partes es uno de ellos. “En no sé dónde hay un edificio que tiene una piedra que debe de ser...”. No: es el símbolo del colegio de arquitectos, no le des más vueltas. Otra idea es que en la masonería se rinde culto a un Gran Arquitecto del Universo, Ser Supremo o Diosa Razón. ¿Existe todavía hoy ese culto? A LA GLORIA DEL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO ponen mucho acento al desarrollo filosófico, tienen una manera más etérea de plantear la reflexión sobre la transformación del ser humano y caen en un hermetismo innecesario; y que a veces uno lee determinadas cosas por Internet y entiende que la gente piense eso, pero yo siempre respondo lo mismo: esto es una sociedad que lo que tiene de peculiar es que nace en el siglo XVIII y conserva los usos del siglo XVIII, pero nada más. Yo no me imagino a Ramón y Cajal o a Clara Campoamor en un rollo energético extraño. ¿De cuánto de este mito es responsable la propia masonería? Desde luego, de una parte. Es cierto que hay masones y corrientes de la masonería que caen en, por así decirlo, regodearse en lo raro y en una idea de exclusividad, de formar parte de algo vedado a la mayoría de las personas. La francmasonería ha tenido muchos problemas. La masonería se ha creado sus propios problemas muchas veces provocados desde el exterior porque su planteamiento ha sido muy reivindicativo en algunos momentos en los que la Existe en parte de la masonería, pero no en la liberal de la que nuestra logia forma parte. Los historiadores hablan de masonería, pero nosotros siempre decimos que preferimos el término masonerías. La realidad cambia mucho de una corriente a otra y éste es uno de los casos en los que la diferencia es mayor. Lo mencionaba brevemente al principio: la masonería nace en un mundo religioso en el que, aunque empiece la Ilustración, la razón, el atreverse a pensar de Kant, la religión, católica o protestante, sigue teniendo un peso enorme. El elemento Dios seguía siendo incuestionable, y la gran innovación de la masonería en aquel entonces es que permite reunirse a personas que no creen exactamente en el mismo Dios. Por eso se adopta la referencia al Gran Arquitecto del Universo, a un principio creador y a la inmortalidad del alma: para reunir bajo un mismo paraguas al judío que piensa que todo eso es de una determinada forma, al protestante que piensa que es de otra y al católico que es de otra. El ateísmo, la no creencia, no existía entonces: aunque hubiera algún ateo, el movimiento no había cobrado fuerza. La cobra cien años después, cuando entran en escena el racionalismo positivista, el PAGE 28