Military Review Edición Hispano-americana Julio-Septiembre 2016 | Page 82

(Foto cortesía de Bundesarchiv) Adolf Hitler redactando un discurso, cerca de 1933. Adolf Hitler Mi lucha Tomo 1, Capítulo VI: Propaganda de guerra Pero la técnica propagandista más brillante no producirá ningún éxito a menos que se tome en cuenta constantemente un principio fundamental con atención incansable. Debe limitarse a algunos puntos y repetirlos una y otra vez. En este punto, como frecuentemente es en este mundo, la persistencia es el primer y más importante requisito para lograr el éxito... El propósito de la propaganda es... convencer, y lo que digo es convencer a las masas. Pero las masas se mueven lentamente y siempre requieren tiempo suficiente antes de que están preparadas para aún darse cuenta de una cosa y solo después de que los conceptos más sencillos han sido repetidos miles de veces a las masas, por último, los recordarán... Toda la publicidad, ya sea en el campo de negocios o política, logra el éxito a través de la continuidad y uniformidad sostenida de su uso. En este punto, también, el ejemplo de la propaganda de guerra del enemigo fue típico; limitada a pocos puntos, concebidas exclusivamente para las masas y llevadas a cabo con persistencia infatigable. Una vez que se reconocieron como correctos los conceptos básicos y métodos de ejecución, se usaron en toda la guerra [la Primera Guerra Mundial] sin el menor cambio. Al principio, las acusaciones de la propaganda fueron tan insolentes que el pueblo las percibió como locuras; después exasperó al pueblo y, a la larga, se creyó. Después de cuatro años y medio, estalló una revolución en Alemania y sus eslóganes se originaron en la propaganda de guerra del enemigo. Y en Inglaterra comprendieron una cosa más: que fue un arma espiritual que solo puede logra el éxito si se usa en una escala tremenda, pero este éxito ampliamente satisface todos los costos. En ese lugar, se consideró la propaganda como un arma de primer orden, mientras que en nuestro país [Alemania] fue el último recurso de políticos desempleados y un refugio cómodo para los perezosos. Y, como era de esperar, sus resultados, en definitiva, fueron cero. Fuente Adolf Hitler, «War Propaganda», Mein Kampf, tomo 1, capítulo 6, sitio web del Hitler Historical Museum, accedido 30 de marzo de 2016, http://www.hitler.org/writings/Mein_Kampf/mkv1ch06.html. En el presente artículo, se presenta una manera de considerar la necesidad y los métodos de incorporar una metodología doctrinaria de contrapropaganda en la doctrina conjunta para generar pensamientos y discusión sobre los métodos de contrapropaganda que el personal de operaciones de información en los estados mayores conjuntos debe seguir para responder a la propaganda del adversario o ataques con información negativa. La inclusión de antiguas técnicas doctrinales de contrapropaganda del Ejército en las publicaciones conjuntas proporcionaría, como mínimo, las herramientas básicas a estos estados mayores. La contrapropaganda en la doctrina conjunta En los últimos años, la doctrina de operaciones de información conjunta y de las distintas fuerzas armadas ha puesto poco énfasis en contrarrestar la propaganda. De hecho, en la Publicación conjunta ( JP) 3-13.2 Psychological Operations [Operaciones psicológicas], se reemplazó el término «contrapropaganda» con los términos «contrarrestar la desinformación» y «contrarrestar las actividades de información del adversario»12. En la JP 3-13, Information Operations [Operaciones de información], igualmente deficien