Military Review Edición Hispano-americana Julio-Septiembre 2016 | Page 44
bajas para asistir a las escuelas superiores de las
instituciones militares, solo un pequeño número de
estudiantes de ILE asistirán a una escuela superior
de guerra, haciendo de la ILE la única educación estratégica proporcionada a la mayoría de los oficiales.
Los verdaderos requisitos del Ejército para la educación estratégica, especialmente en las fuerzas de
tarea conjuntas y comandos de combate, sobrepasan
por mucho la inversión del Ejército que proporciona
dicha enseñanza9. Si los oficiales tienen experiencia
limitada más allá del nivel táctico antes de asistir a
la ILE, y luego estudian un plan de estudios con poca
o ninguna instrucción de nivel estratégico, tendrán dificultades para poder lograr la competencia
substantiva en las operaciones militares más allá de
la táctica. Desgraciadamente, los egresados de ILE
que son incapaces de comprender la conducción de
la guerra más allá del nivel táctico presentarán un
riesgo cuando comanden en un futuro.
Desde 2015, el rendimiento académico en la ILE
ha tenido poca relevancia para la asignación de oficiales después de graduación. Antes de 2011, casi al
mismo tiempo en que el Ejército lograba su máximo
número de efectivos en tiempo de guerra, la ECEM
no usaba la clasificación «excedió los estándares del
curso» en los informes de evaluación académica.
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Estas circunstancias contribuyeron a una gran demanda, una tendencia parecida a la ley de Gresham,
por los egresados relativamente escasos y más valiosos de los programas de estudios militares avanzados
(AMSP), tal como la Escuela de Estudios Militares
Avanzados (SAMS). A diferencia de sus homólogos
que solo contaban con la ILE, los egresados de los
AMSP eran admitidos a sus programas de estudio
por medio de un proceso formal de selección10. La
demanda por estos egresados no fue un respaldo de
los AMSP, fue una crítica tácita contra la ILE.
El Ejército puede mejorar la ILE para satisfacer
las necesidades de la fuerza, consistentes con las
metas de la Universidad del Ejército. Formar una
ILE más rigurosa que preparare a los oficiales para
enfrentar los desafíos existentes sugiere cuatro
cambios:
1. Un examen de ingreso para la ILE y la obtención de por lo menos la nota mínima del examen
general del GRE (un examen para los que quieran ser
admitidos a programas de posgrado) para aquellos
que asistan a la ILE en el Fuerte Leavenworth
2. Una junta de CSC más selectiva
3. Un modelo de atrición para la ILE
4. Considerar la ILE como herramienta de
asignación
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