Military Review Edición Hispano-americana Cuarto Trimestre 2016 | Page 19

COLOMBIA (Foto: Luis Acosta, Agence France-Presse) El presidente cubano Raúl Castro (centro) observa un apretón de manos entre el presidente colombiano Juan Manuel Santos (izquierda) y el líder de las FARC Timoleón Jiménez (derecha) en relación con un acuerdo en principio de negociar un fin a la insurgencia de las FARC, en una reunión celebrada en Cuba, septiembre de 2015. FARC aceptaron el gesto del Gobierno pero exigieron más—pidieron el establecimiento de una zona de distensión (una zona desmilitarizada). El Gobierno le cedió el control de un área del tamaño de Suiza con una población de aproximadamente cien mil habitantes a las FARC. En realidad, la intención de las FARC era ganar tiempo para prepararse para su «ofensiva final». Como fue ampliamente documentado por la inteligencia colombiana, las FARC utilizaron sus visitas en el extranjero para establecer contactos y abrir nuevas rutas para cargamentos de estupefacientes. Su zona se convirtió en un área de planificación para actividades delincuentes y ataques7. Después de más de tres años de negociaciones, Pastrana y sus asesores no habían hecho progresos hacia la paz. Los líderes de las FARC constantemente introdujeron nuevos asuntos y acusaciones que fueron perjudiciales y contraproducentes para el progreso verdadero. Sin lugar a dudas, el punto era prolongar el proceso y permitir que el movimiento reorganizara y fortaleciera sus capacidades militares, así como MILITARY REVIEW  Cuarto Trimestre 2016 incrementara su participación en el narcotráfico. En uno de sus últimos actos oficiales, Pastrana le ordenó a las fuerzas armadas de Colombia reocupar la zona. Sin embargo, en ese entonces y a pesar de las operaciones militares en curso, se desplegaron grandes fuerzas de las FARC, aun alrededor de la capital de Bogotá, bloqueando las carreteras nacionales más importantes y sofocando el comercio y tránsito. Un considerable aumento en el número de crímenes, como secuestros y narcotráfico, incrementó el miedo e incluso pánico debido a la sensación de que las FARC eran la organización más poderosa en Colombia. ¿Existe la posibilidad de que las negociaciones actuales, en curso por más de cuatro años, también sean una artimaña? El liderazgo de las FARC, a través de su Secretaría (también conocido como el Alto Mando Central), es experimentado y diestro en la gestión, o distorsión de percepciones. No obstante, la evidencia contundentemente sugiere que el objetivo de las FARC, en el cual se centran todas sus actividades, sigue siendo tomar ideológica y políticamente el poder del Estado. 17