Military Review Edición Hispano-americana Cuarto Trimestre 2016 | Page 16
Colombia y la
transición de la
guerra a la paz
Advertencias de
otros casos
General (retirado) Carlos Ospina, Ejército
Nacional de Colombia
Thomas A. Marks, PhD
David H. Ucko, PhD
E
n 1948, Colombia entró en un período de
guerra civil del cual jamás ha salido completamente. Desde 1964, un contribuyente
clave a la violencia han sido las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC). Si bien al principio fueron motivadas por altos niveles de desigualdad
entre los ricos y pobres, y guiadas estratégicamente por
la ideología marxista-leninista y la teoría de guerra popular, la lucha de las FARC ha evolucionado durante las
últimas décadas para hacer cada vez más hincapié en
el narcotráfico y la violencia contra el pueblo. Debido
a traspiés y oportunidades perdidas por el Gobierno, el
grupo se hizo más fuerte, alcanzando su punto álgido
durante los primeros años de la presidencia de Andrés
Pastrana (1998-2002). A partir de entonces, se deterioró precipitadamente a medida que era azotado por
las fuerzas armadas de Colombia durante un resurgimiento nacional que llegó a su cima en el curso de la
primera administración del presidente Álvaro Uribe
(2002-2006) y continuó en su segunda administración
(2006-2010).
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Al principio de su presidencia, Juan Manuel Santos
(2010-2014) prometió continuar las políticas de Uribe,
pero, en cambio, sorprendió a todos con un compromiso de un proceso de paz indefinido que continúa
hasta el día de hoy. Santos fue reelegido por un margen
estrecho para servir su segundo mandato (2014-2018)
pero ahora se encuentra enfrentando el rechazo obstinado de las FARC de comprometerse definitivamente
a poner fin al conflicto. Esto ha puesto a la administración de Santos, cada vez más impopular, en la delicada
posición de necesitar un acuerdo a toda costa, pero uno
que retendrá legitimidad con un pueblo escéptico de las
intenciones de las FARC.
El escepticismo es justificado. Si bien han sido
muchas las declaraciones sobre progresos irreversibles
en las negociaciones, los progresos en asuntos substantivos siguen siendo limitados, al menos en lo que s e
refiere a la desmovilización eficaz de las FARC como
una organización armada y su integración en el proceso político no violento. Este estancamiento no es de
sorprender: tras años de decadencia, el liderazgo de
Cuarto Trimestre 2016 MILITARY REVIEW