Mi primera revista RDC-2018 | Page 33

Apoyo a la comunidad 33 La Escuela Taller Cartagena de Indias (ETCAR), como administradora de la Fortificaciones de la ciu- dad ha sido consciente de la importancia del pozo Cárex en la comunidad de Bocachica. Es por ello que dentro del Plan de Acción se ha in- cluido, como primera medida en el 2015, la refacción del pozo y de la alberca contigua, así como la fabri- cación de una plantilla en cemento que direcciona, con una leve pendiente, el agua sobrante hacia un humedal cercano. En el 2016 se construyó un tendal para brindar som- bra a los que hacen uso del pozo, y en marzo de 2018 se construyó un lavadero comunitario. “Queremos que el pozo Cárex siga siendo un espacio para la comunidad, que los habitantes velen por su cuidado y conservación, por eso se construyó un es- pacio adecuado para las personas que aún utilizan el agua del pozo para lavar la ropa, que incluye tres fre- gaderos con sus depósitos de agua”, agrega el Direc- tor General (e) de la ETCAR, Álvaro Gómez Poveda. En total, la Escuela Taller Cartagena de Indias, ha invertido un poco más de 19 millones de pesos en la adecuación del pozo Cárex para el aprovechamiento de la comunidad. Los trabajos de adecuación se han realizado a través de la Fundación Vigías de Cárex, integrada por habi- tantes de Bocachica, en los que han participado nue- ve egresados de la ETCAR del curso de albañilería y tres carpinteros del corregimiento insular. Una de las egresadas que participó en la construc- ción de los lavaderos fue Giselle Melissa Anzoategui De Ávila. Durante el 2017 hizo parte de la primera promoción de 50 aprendices formados por la Escue- la Taller directamente en Bocachica. A sus 22 años, nativa de Bocachica, Giselle afirma que el curso de albañilería ha sido lo mejor que le pasado “porque me dio una fuente de trabajo y ha cambiado mi vida, me siento muy orgullosa de ser egresada de la Escuela Taller Cartagena de Indias”. De esta forma, el pozo Cárex, junto con el tendal y los lavaderos construidos por la ETCAR, seguirán haciendo parte de la cotidianidad de las nuevas generaciones de Bocachica. “Este pozo nosotros lo hemos disfrutado bastan- te, queremos que esto siga adelante, que la gente vuelva, yo soy una de las primeras que va a venir a estrenar esas bateas”, dice Brini mientras se echa baldados de agua fresca extraída del pozo antes de volver a su casa.