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dejando a un lado aquello que cada sujeto representa y que se han desprendido de
aporta al objeto, nos quedamos con una cada aspecto de mi vida se fusionan en una
intuición de lo que podría ser ese mundo sin relación con el “yo”, donde la unidad de esa
sujeto que conoce. En esta disposición de vida ya no puede ser restablecida al original,
imaginar un mundo objetivo, ya que sino que es un “fantasma”, una idea. Esa
debemos realidad es considerada parcialmente y se
dejar
separada
nuestra
aportación, en este dualismo, lo imaginado despliega
aparece que pertenece a ese otro y, por tanto, es un
pretendíamos. Precisamente, ser objetivos, seudo-mundo aparte, un objeto de mera
conocer el proceso en el intelecto de un contemplación, que no es realidad objetiva
sujeto que conoce, que percibe un mundo ya que no puede actuar por sí, sino en el
objetivo. Este mundo intuitivo y real sería un intelecto
fenómeno cerebral más que una realidad representado. La especialización de las
objetiva, ya que es irreal una realidad imágenes de la visión subjetiva se encuentra
objetiva a la que no podemos llegar, pues consumada en el mundo de la imagen hecha
no sabemos prescindir de lo que es nuestro autónoma, donde el mentiroso se miente a
y solo nuestro; nuestra subjetividad. Es lo sí mismo. Es el espectáculo en el individuo
ideal suplantando lo real. Surge claramente que conoce, cuya representación es la
una idea abstracta de todo aquello que inversión concreta de la vida ajena, actúa
pretende ser realidad objetiva. Ahora, ¡esto entonces en el movimiento autónomo de “lo
no significa que la realidad percibida por mí, no-viviente” o “fantasma”.
como
lo
contrario
en
de
su
ese
propia
otro
unidad
que
me
que
ha
no sea realidad! a excepción que no puedo
comunicarla exactamente como la conozco. Esa imagen o fantasma (no-viviente) que el
Este punto parece situarnos en el límite de otro me ha representado, persiste en su
lo que pensamos como realidad, donde se intelecto y sigue actuando conforme a sí
visualiza la relatividad de lo que vemos con mismo, no por la propia actuación de la
nuestro sentido. realidad, que soy yo misma. Así, niega la
realidad empírica. De ninguna manera es el
Schopenhauer fue trasladando puntos en la mundo exterior y real, sino una convicción
observación al mismo sujeto que conoce, que cumple la voluntad adelantándose a
observando al mismo sujeto que piensa en todo nuevo conocimiento, éste cada vez
su misma acción de pensar y dice: “También más extraviado de la realidad. Ya que, como
mí misma persona es objeto para otra; es, dice Schopenhauer: “Los conceptos que la
por lo tanto, su representación. Y, sin razón han configurado y la memoria ha
embargo, sé ciertamente que también yo conservado nunca pueden estar presentes
existiría sin que ese otro me representara. Y en la consciencia todos al unísono, sino tan
en la misma relación en que yo estoy sólo una pequeñísima cantidad cada vez.
respecto a su intelecto, están también todos Por el contrario, la energía con que es
los otros objetos respecto a él; por aprehendido el presente intuitivo, en el que
consiguiente, también existirían sin que ese siempre se representa y se contiene
otro Las virtualiter lo esencial de todas las cosas en
me general, llena con todo su poder la
se
los
representaciones
representara”.
que
ese
otro