Cada año se realiza una actividad de retiros espirituales para los estudiantes de grado undécimo con el fin de brindarles un espacio de reflexión y cambio, un espacio donde se encuentren con sigo mismo y cambien algunos spectos de su vida que les hacen daño a ellos y a las personas que les rodean.
Sabíamos que para lograr lo que se quiere con los retiros era necesario que cada estudiante se desprendiera de todo tipo de sentimientos malos que pudieran tener y sobre todo estar abierto al cambio que quiere Dios en nuestras vidas. Desde el primer
momento hasta el final de cada jornada de estos tres días todo fue diferente para cada uno de los estudiantes, realmente vivimos un cambio significativo en nuestras vidas, fue como entrar a un terreno desconocido, donde los sentimientos más lindos y para algunos sin explorar salieron a flote, fortaleciendo los lazos de amistad y en donde la única guerra que existió fue la guerra de abrazos, allí ninguno seria el sobreviviente.
Agradecemos a sor Emélida, nuestra maestra y amiga quien siempre busca que crezcamos espiritualmente, a nuestras docentes titulares que nos acompañan en cada paso dado, igualmente agradecemos la compañía y enseñanzas del grupo Yeshua , ellos ayudaron a que las diferencias entre la promoción 2017 se arreglaran y hubiera una reconciliación espiritual en cada uno de nosotros, creyendo en la verdadera amistad.
Y sin duda, un gracias a nuestros padres, nuestros guerreros quienes también hicieron parte de este encuentro, un encuentro desde nuestros corazones