Mi primera revista 01 | Page 12

autobiografias

DESAFIANDO EL DESTINO

Ella, sentada en la butaca de roble descansando de un día arduo y meditando sobre su vida, notó de repente un leve movimiento en su vientre que transformó su estado de ánimo e inmediatamente se reflejó en su rostro. De sus ojos claros brotaron lágrimas que rodaron por sus mejillas sin que las pudiera controlar. Su temor más grande y su principal obstáculo a la hora de pensar ser mamá era su avanzada edad y sus recursos que eran pocos, pero su amor era grande y la fuerza de voluntad y las ganas de salir adelante eran infinitas

Después, todo sucedió muy rápido y apenas recuerdo momentos de mi niñez, mi mamá cantándome mientras me acunaba para dormir, después de haber comido todos juntos una deliciosa cena, recuerdo muy bien mi casa, hecha de barro y piedra en medio de una montaña llena de árboles y rodeada de los melodiosos y perturbadores murmullos de la naturaleza; viví feliz corriendo en un patio lleno de flores, donde perseguía sin dificultad ninguna un deforme balón de fútbol y que a medida que crecía se convirtió en una de mis grandes pasiones; mi mamá siempre estuvo vigilante, observando desde la ventana de la cocina y siempre de pie frente a la chimenea ocultándose del humo y el calor que expulsaba el carbón encendido.

Mi escuela pequeña, lejana y a varias horas de camino, era cada día una nueva experiencia, me emocionaba interactuar con los demás niños y ver de camino sus sonrisas traviesas, y como saltando de charco en charco con sus botas coloridas marcaban el compás de sus pasos mientras entonaban melodías tradicionales; teníamos plásticos que no cubrían mucho nuestros cuerpos y en ocasiones dejaban mojar las mochilas que nuestras mamás ingeniosamente improvisaban con algún tipo de tela o lana, pese a tantas circunstancias asistíamos con toda la disponibilidad de ilustrarnos y aprender cosas nuevas, jamás importo la adversidad cuando de la escuela se trataba.