Spanish - Mental health and gender-based violence Spanish version | Page 23

14 6. Trauma debido a la violencia sexual y de género 6. Trauma debido a la violencia sexual y de género Objetivo. Entender cómo la violencia sexual y de género afectan a las sobrevivientes, y porque es difícil hablar de la violencia de género. Ver también el porqué de la importancia de respetar las necesidades de protección y confidencialidad de las sobrevivientes. La violencia sexual es cualquier acto sexual cometi do en contra de la voluntad de alguien e involucra una serie de delitos, incluyendo un acto sexual no consensual completo (como la violación), un intento de acto sexual no consensual, un contacto sexual abusivo (un tocamiento no deseado), y un abuso sexual sin contacto (Basile y Saltzman 2009, 9). La violencia de género es un término amplio que incluye cualquier daño perpetrado contra la voluntad de una persona, como resultado de las desigualdades de poder que se basan en los roles de género. En muchos países el estigma de ser violada conlleva un castigo por parte de la comunidad, como lo es la expulsión o inclusive el homicidio por honor. Por eso, como ayudantes, debemos ser extremadamente sensibles a las necesidades de protección y a la confidencialidad de una sobreviviente. La violencia de género es una forma distintiva de trauma porque la violación en sí misma es extremadamente invasiva y da lugar a sentimientos de vergüenza, recriminación y culpa. Cuando ésta se combina con el miedo de ser herida o asesinada, es traumatizante en casi todos los casos. Después de una violación los síntomas son, en general, los mismos que los descritos para los trastornos traumáticos graves. La reacción de shock (choque) inicial pueden durar unos minutos, días o incluso semanas. Las reacciones extremas de shock incluyen ataques de pánico, ansiedad y confusión, o bien, un estado de parálisis, mutismo y retraimiento. Si la víctima está lesionada, comenzará a sentir el dolor de sus heridas. Sentirse sucia es otra reacción frecuente, que a menudo conduce al lavado compulsivo. También aparecen temprano el miedo a las lesiones, a las enfermedades de transmisión sexual y al embarazo. Los síntomas postraumáticos se manifiestan de manera gradual. Durante la fase de intrusión intensa es característico que resurja el evento traumático, el cual a su vez, se asocia con esfuerzos simultáneos para evitar los recuerdos de lo sucedido. También es probable que la sobreviviente sienta más ansiedad de lo normal, generalmente desde el principio, y presentar de incapacidad para dormir, o tener una respuesta de sobresalto exagerado, o vivir en un estado de alerta permanente. Para algunas personas, las reacciones intensas experimentadas en el primer mes se van lentamente, incluso si no se proporciona ayuda o tratamiento. Ninguna persona es igual y las respuestas a acontecimientos traumáticos como la violencia de género variarán. Muchas mujeres y niñas que han tenido experiencias muy difíciles son resilientes. Esta capacidad de resiliencia (facultad de una persona para sobreponerse a eventos traumáticos) y su habilidad de unirse para apoyarse mutuamente, son recursos importantes para avanzar. (Para más información sobre la resiliencia, ver Parte III, pág. 128.) Es importante recordar que el estigma social o cultural, junto con el trauma psicológico, a menudo impiden que las mujeres y las niñas busquen ayuda después de haber vivido en una situación de violencia de género.