Spanish - Mental health and gender-based violence Spanish version | Page 144

133 Asesoramiento específico para una ayudante cuando le brinda acompañamiento terapéutico a una madre Es importante prestar mucha atención a la descripción que hace la madre de su hijo para evitar consecuencias perjudiciales en el desarrollo del infante; ¿está demasiado involucrada y es sobreprotectora? o ¿está desvinculada, distante y retraída? u ¿oscila entre la distracción y la interacción intrusiva? A veces los mismos niños pueden actuar como detonadores, incluso cuando no han nacido como resultado de una violación. La intimidad corporal, los olores del cuerpo, el llanto o gritos, la ira, y otras emociones fuertes pueden recordar a la madre sus experiencias violentas. Debe ayudarse a las madres a identificar tales detonadores y aprender a separarlos de las memorias traumáticas. También se le puede ayudar a leer las expresiones de sus hijos sin autoculpabilizarse, y sin transmitirles reacciones emocionales que conlleven o transmitan temor, y que hayan sido generadas por otra relación. Se consideraría necesario llevar a cabo una intervención para brindar apoyo a un infante, a un grupo de infantes y a sus madres, si se observa que el infante se encuentra gravemente afectado por su trauma o el de su madre, y que tiene muchos problemas para regular su estrés y sus emociones, o tiene formas de apego diádico exageradas o desorganizadas. Las madres que han experimentado sucesos traumáticos graves son más propensas a mostrar una baja sensibilidad y competencia en el desempeño de su función materna; a tener problemas para establecer un vínculo afectivo sano; y a estructurar sus relaciones con los hijos de manera inapropiada, por ejemplo, la madre puede estar excesivamente involucrada o no tener disponibilidad emocional. Es probable que los infantes en familias gravemente traumatizadas también muestren síntomas de relativa falta de sensibilidad, y vinculación en sus relaciones diádicas. Las madres que han sido gravemente traumatizadas pueden además tener dificultades para calmar y regular las emociones de sus hijos, lo que puede ralentizar su desarrollo sensoriomotor y hacer que se vuelvan irritables o tengan irregularidades del sueño.