Mediterranews (Español) AGOSTO 2016 | Page 19

MI VIDA TERRA El desarrollo turístico del Estero de Punta Banda se llevó a cabo parcialmente. Aunque se esgrimieron varios argumentos en contra, éstos no fueron suficientes y sólo una tercera parte de la barra arenosa quedó sin desarrollar. Esto fue una lección para todos, incluyendo autoridades, desarrolladores y la sociedad civil organizada. Para mí, como estudiante de Ecología de recién ingreso en el CICESE todos esos eventos y discusiones de expertos fueron enseñanza de primera mano y marcaron mi vocación conservacionista. A mediados de los años 90 se presentó otra dura prueba para las organizaciones conservacionistas, ahora el sitio que se planeaba desarrollar turísticamente era la bahía de San Quintín. En esa ocasión nuestra victoria fue rotunda: un grupo de académicos elaboramos una opinión técnica que contrastó el desarrollo sostenible de la bahía contra las consecuencias negativas del proyecto de desarrollo turístico; con este documento las organizaciones conservacionistas llegaron hasta la ciudad de México y las autoridades ambientales, con Julia Carabias a la cabeza, fallaron en contra del desarrollo mal planificado en la bahía de San Quintín. Este caso exitoso animó a algunos de los que participamos en esa opinión técnica a formar una organización dedicada a la conservación de los hábitats de la región mediterránea de Baja California. Y así, en la primavera de 2001 fundamos Terra Peninsular A.C. Sus orígenes y sus primeros años como organización fueron inciertos, por decir lo menos, pero poco a poco se fue consolidando a fuerza de lecciones muy duras y a través de una curva de aprendizaje pausada por las crisis financieras recurrentes de la organización y un alto recambio del personal. Ha sido hasta los últimos cinco años cuando Terra Peninsular ha descubierto y empezado a desplegar todo el potencial que tiene para hacer conservación, no sólo en esta esquina de Baja California, sino en el noroeste de México. Actualmente Terra Peninsular lleva a cabo proyectos de protección de hábitats, investigación para la conservación, monitoreo legal y biológico y educación para la conservación, desde marismas nacionales en Nayarit hasta el Alto Golfo de California en Sonora; y por supuesto, en toda la península de Baja California. Hoy Terra Peninsular posee un Consejo Directivo serio y comprometido, un staff joven, profesional y con la camiseta bien puesta, amigos generosos que apoyan la causa, y consultores e investigadores asociados que le dan respaldo legal y científico a las acciones de conservación. Ahora Terra Peninsular tiene un gran reto para sostener sus reservas y sus acciones de conservación; sin embargo, posee la estructura y funcionamiento necesarios para lograr su misión: conservar y proteger los ecosistemas naturales y la vida silvestre del noroeste de México para contribuir al desarrollo sostenible de la región. AGOSTO 2016 17