MI VIDA TERRA
Nuestros primeros años fueron quizás los más emocionantes porque nuestros planes no tenían límites. Trabajamos para identificar tanto las áreas de mayor valor
ecológico, como aquéllas donde pudiéramos realmente
hacer una diferencia. El resultado fue la concentración
de nuestros esfuerzos en dos áreas: la zona fronteriza al
este de Tijuana a la que llamamos “Las Californias”; y la
región que se extiende al norte del Valle de los Cirios (en
el paralelo 28° N) hasta la bahía de San Quintín. Ambas regiones, si bien separadas por una distancia considerable,
son importantes no sólo por su impresionante diversidad
y condiciones prácticamente intactas, sino también porque son corredores biológicos que conect [