Matada la friura Matada la friura | Page 89

Caer el cuchillo al abismo de las baldo- sas. Decir “viajeros no queremos” a pe- sar de su proverbial hospitalidad. Caer los cuchillos, sentirla tan cerca, y preca- verme contra viajeros inesperados. So- bre el suelo de madera se clavan contor- neando el pie.Suspirar estruendosamen- te a cada contratiempo, a cada crisis, a cada catarsis. Suspirar y declarar culpa- bilidad ante el estallido de cualquier pla- to, sin importar la distancia de seguridad a la que te encuentres. 87