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El comienzo de la vida y la primera infancia (0-2 años) tarás entenderlos, conectando los olo- res con las imágenes visuales y los gustos con los sentimientos; desa- rrollarás las percepciones de los objetos, de las personas e incluso de las partes de tu propio cuerpo; tendrás que deducir cuáles se rela- cionan contigo, cómo y cuándo; y, finalmente, deberás unificar sensa- ciones, objetos, personas, aconteci- mientos, rasgos permanentes y tran- sitorios, causas y efectos. Este sería el comienzo de tu cognición. Al final del primer año –y muchas veces antes– el bebé tendrá catego- rías para organizar y pensar sobre los objetos que le rodean, entender cómo sus acciones pueden deter- minar que las cosas ocurran, tendrá objetivos y sabrá cómo lograrlos, y comenzará a hablar. Al final del se- gundo año ya se expresará mediante oraciones, pensará antes de actuar e intentará ser alguien o algo (una ma- dre, un avión) que nosotros sabre- mos que no es. No hay duda, entonces, de que la inteligencia infantil es un gran tema del que hay mucho por describir. 3.1. Procesos cognitivos básicos 3.1.1. La percepción Es la acción de captar la realidad mediante la ordenación de los datos aportados por los sentidos. Las in- vestigaciones en psicología evoluti- va permiten abstraer dos conclusio- nes: 44 • • El mundo perceptivo-cognitivo de los bebés es rico, complejo y ordenado, aunque diste mucho de las características que tendrá más tarde. Las destrezas y competencias per- ceptivo-cognitivas de los bebés y niños no existen por capricho, sino que están al servicio de las relaciones del niño con el mundo (ya sean objetos o personas). A los pocos meses del nacimiento –antes de los 4-6 meses–, el mundo perceptivo de los bebés ha alcanza- do importantes niveles de funciona- miento. La percepción avanza mu- cho en poco tiempo, y este avance es más claro si lo comparamos con otras competencias, como por ejem- plo la del lenguaje. Y es que, quizás, el desarrollo perceptivo funciona como una plataforma de lanzamien- to a partir de la cual se desarrollan otros aspectos cognitivos. La percepció n permite al bebé y al niño ponerse en contacto a través de los sentidos con su medio, permi- tiéndole situarse en el entorno. La conducta perceptiva del bebé está condicionada en parte por su código genético y, en parte, por la historia de los propios aprendizajes. A su vez, cuando determina el códi- go genético no tiene por qué estar presente totalmente desde el primer momento del nacimiento, sino que se irá dando según el momento ma- durativo del propio organismo.