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Relaciones sociales, familia, escuela y compañeros mentar con los objetos y las perso- nas; participan en acontecimientos y situaciones rutinarias y también nuevas; sus actuaciones son a veces castigadas y a veces reconocidas y celebradas; ven actuar a los otros, los imitan y reciben su ayuda, todo ello les permite progresar en el dominio de nuevos ámbitos de actuación. En el curso de las experiencias vi- vidas en el contexto familiar, aprenden valores culturales, nociones, concep- tos, maneras de hacer y ser. Apren- den como pueden aprender: pregun- tando, probando, participando en actividades con otras personas y re- cibiendo unas u otras respuestas, que estimulen a continuar preguntando, por ejemplo, o que orienten hacia ac- titudes más reservadas. Gracias a las experiencias educa- tivas que viven en el hogar y también en otros contextos en que progresi- vamente participan, los niños apren- den a categorizar objetos y hechos, la utilización adecuada de guiones y esquemas para comprender y pedir acontecimientos, a tratar objetos y a simbolizar. En el ámbito familiar, estos aprendizajes se realizan en el seno de las actividades cotidianas, de las experiencias en que participan, y se encuentran fuertemente teñidos por sentimientos y las emociones. Así, lo que se forja no es nada más un conjunto de conocimientos sobre el mundo y sobre la manera de ir ac- cediendo a ellos, sino también una 200 representación sobre los otros (res- petuosos, amenazadores, afectuosos, distantes, confiados, desconfiados…) y sobre uno mismo (listo, simpático, pesado, alocado…). Se puede decir, con razón, que por medio de estas experiencias, y junto con otras, nos hacemos personas únicas e irrepeti- bles en el seno de los grupos sociales a los cuales pertenecemos (González y Navarro, 2010). La familia es el lugar principal donde los sentimientos alcanzan su máxima expresión. Weiss (1975) ar- gumenta que las funciones psicoló- gicas de la familia se reducen a dos dimensiones básicas: primera, el per- tenecer a una familia proporciona un sentimiento de estabilidad y seguri- dad personal y, segunda, ofrece sen- timientos de capacidad, autoestima y confianza. La familia no solo es el medio afectivo, tranquilizador y estimu- lante para el pleno desarrollo sino también el medio para la adaptación y desarrollo social. Los niños des- cubren en la familia el contacto con el otro y con el grupo, la coacción, las prohibiciones, las limitaciones, la rivalidad y la solidaridad, a la vez que el sistema de valores propios de la sociedad donde esté integrada la familia. El hogar es la sede de aprendizaje para el desarrollo de habilidades so- ciales y para participar en activida- des con otras personas. Solo cuando los niños tienen relaciones sociales