martin patricio barrios | blanco. Yamal, el fin del mundo blanco. yamal, el fin del mundo (cc license) | Page 56

Niños II A veces se acercan los chicos del otro chum. Los chicos del otro chum son tres o cuatro, se me confunden, to- dos son iguales, creo que son todos varones, pero los del otro chum siempre tienen mocos que se les conge- lan. Nunca entré al otro chum, cuando hay alguno tal- lando madera los saludo con la mano, nada más. Es gra- cioso ver correr a los chicos, parecen pingüinos porque no pueden mover mucho los brazos y no se les ven los pies debajo de los abrigos. Dima juega con ellos, los em- puja, los levanta, los arrastra en un trineo chiquito. Yo no hago nada. Hay uno de los vecinos que me sigue todo el tiempo, se me para adelante y me dice algo, no sé qué, no sé si en ruso o en nenet, lo repite, lo repite, lo repite y no importa dónde me mueva, él está ahí, adelante re- pitiendo eso que dice hasta el infinito y yo no sé si me pone de mal humor o si me da miedo. O las dos cosas. En estos casos, Dima no es de gran ayuda.