EL CAMINO
Me impusieron un camino demasiado recto
donde no podía girar tras el desprecio de los demás,
Siempre estuve perdido en un mundo sin más,
rodeado de gente con un pastor demasiado perfecto.
Todo el mundo miraba hacia el suelo,
siempre viví dentro de un verso
bebiendo de mi único universo
como pegaso bebía el aire del cielo.
Caminé entre poemas transparentes
buscando aquellas bellas palabras
escondidas entre grietas con afilados dientes.
Solté entre las nubes de plástico mis alas
y sorbí a cucharadas, la sangre de las fuentes
que amamantaban los golpes que me daban.
Guillermo Hurtado Inés Rosales
Guillén Luvuezo
Mario Pérez
Jacob Pulido