MagLes Revista Lésbica MagLes 12 | The Party Issue | Febrero 2014 | Page 45
Columna
A UN OCÉANO DE MANHATTAN
Cuestión de
encuentro,
nada más
Texto: Laura Freijo Justo | laurafreijo.com | Foto: Eugenia Gusmerini
Uno de los rasgos que distinguen a las mujeres de mi generación, sean de la inclinación
sexual que se consideren, es que han puesto la mayor parte de sus ilusiones y aspiraciones
en triunfar en el terreno sentimental. Primero el corazón, siempre el corazón. Las
conversaciones con mis amigas giran en un alto porcentaje de tiempo alrededor de los
problemas o la falta de ellos con sus respectivas novias o novios. Si no hay problemas,
muchas veces quiere decir que no hay ni novia ni novio. Ausencia que acostumbra a
generar más deseo.
Por supuesto, no me libro de reconocerme en
esta inclinación: he sido prisionera de este
anhelo durante mucho tiempo.
Sin embargo, como coincidimos Gabriela y yo
en ese territorio de nadie que es la zona de
tránsito de un aeropuerto, las cosas importantes siempre se encuentran. Hablábamos de
perfúmenes, pero también del resto de cosas.
Había entrado en el establecimiento a curiosear mis dos últimas tentaciones imposibles:
Charlize Theron, J’adore, y Cate Blanchett,
Sí. Gabriela, la amable, cultivada y simpática
dependienta, coincidía conmigo que a esas alturas el dinero no es lo importante, les mueve
el valor de lo que representan y no pondrán
su imagen al servició de algo que no valga la
pena. Incluso le apuntillé que creía que personajes como éstos nunca han priorizado el
dinero como objetivo, de lo contrario no serían
artistas.
Me gusta pensar, en eso también soy inocente, que el motor del mundo no es el dinero,
por mucho que nos lo quieran inculcar. Quiero
creer que el eje de todo es el amor pero tal
vez haya que reconocer lo que ya tituló en su
día el maestro Almodóvar: la selva de la vida
se rige por la ley del deseo. I want you. Otra
inclinación honesta donde las haya.
El amor es uno de los temas universales por
antonomasia, tanto en la vida como en el arte.
Pero no hablo solo del amor de pareja, el amor
verdadero siempre va más allá. Trasciende,
nos hace mejores personas, nos abre, nos
expande, genera emoción y ternura, nos une,
nos compensa, nos hace sentir compasión en
el sentido original de la palabra, es decir, nos
coloca en el lugar del otro, de la otra, es solo
el reverso del amor, el miedo, el que nos lleva
a situaciones enconadas, tergiversadas, retorcidas, malinterpretadas. Por eso al amor hay
que ir libre, sin argollas ni ataduras, dispuesta
a la aventura del no saber, a la entrega con
confianza porque siempre que esto sucede
todo está bien. Incluso si luego hay heridas es
más fácil que la poesía de la vida las sane.
A veces es cierto que para encontrar el amor
verdadero hay que viajar, salir del entorno.
Quién sabe si el amor no nos estará esperando
a un océano de distancia o a un río del Mediterráneo. Solo es cuestión de encuentro, nada
más.
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MagLes #12 | febrero 2014