MagLes Revista Lésbica MagLes 10 | El Punto G | December 2013 | Page 17
Columna
¿Y si froto esa
roca saliente?
Texto: Oldri Ruiz
Voy en el bus y hablo con las chicas de la revista por WhatsApp. Me dicen que este mes tratará sobre el Punto g. Me imagino vestida con un pantalón caqui, un chaleco, un sombrero
y un látigo, todo del Kiabi, que estoy a final de mes. «Señores,
el autobús se ha averiado, tienen que bajar». Nos bajamos del
bus en una curva, a punto estamos de perder a una jubilada
arrollada por una camioneta de esas que tienen frases a lo
Paulo Coelho rotuladas «sonríe, la vida es maravillosa». Sentada sobre el frío metal del quitamiedos de la cuneta sigo con el
artículo.
—Cariño, ¡ahí no siento nada!— me dice mi enamorada, que
como esta es mi historia es clavaita a Monica Bellucci.
—Animalica, si es que estaba tocándote una ingle.
Con el optimismo
que me caracteriza
sonrío y aligero
el paso
Me echo el sombrero hacia atrás y me adentro despacio en
una selva oscura donde a penas entra la luz, a lo lejos diviso
una gruta y como siempre los tesoros están en cuevas, para
allí que voy. Muchos investigadores a lo largo de los siglos han
hablado del Punto g pero pocos han dado con él. Con el optimismo que me caracteriza sonrío y aligero el paso.
La cueva está completamente cerrada por rocas enormes,
me subo las gafas y pienso, si froto esa roca saliente...
Un alarido me hace volver a la realidad.
—Coño señora, ¡mire que le he avisado!— Grita el autobusero
agachándose a recoger a la anciana que ha caído boca
arriba cual tortuga haciendo perder el equilibrio a un ciclista
despistado. En lo más emocionante de mi historia me levanto
a socorrer a la anciana que me mira fijamente y me dice:
«oye, ¿sabes que te pareces a una de la tele?».
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MagLes #10 | diciembre 2013
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