Tres grandes modelos de Bullying
Individual- Grupal- Sociocultural
Los modelos individuales plantean que existen características individuales asociadas al bullying debido a que, por ejemplo, existen niños/as que disfrutan dominando a otros. La idea de una “víctima” y un “victimario” como dos sujetos antagónicos forman parte de la dinámica del bullying.
En general se representa aquí al agresor como un sujeto de carácter intrínsecamente violento y al agredido como un individuo vulnerable, tímido, menos sociable.
Los modelos grupales la agresividad entre pares surge en relación a la necesidad de establecer jerarquías sociales, y está asociada a la tensión entre ser aceptado por el grupo de pares y al mismo tiempo individualizarse. Si bien incorpora un elemento colectivo, esta perspectiva no suele tener en cuenta las características sociales, culturales ni institucionales, sino que focaliza en -alentando o desalentando- el desarrollo del bullying.
El modelo grupal tiende a concebir al acoso entre pares como una característica natural de los grupos, relacionada con la adaptación al contexto.
Los modelos sociocul-turales, el bullying está principalmente basado en construcciones sociales relativas a antecedentes históricos y culturales (origen étnico, género, nivel socioeconómico o minorías en general) que sostienen o legitiman actitudes agresivas.
Con frecuencia surge la agresividad inter-género a partir de un contexto sociocultural hegemónico que enseña a los hombres a relacionarse con las mujeres de una manera abusiva, así como a vincularse en forma agresiva con niños que no presentan las cualidades típicamente adjudicadas a la “masculinidad”. Esos preconceptos socialmente aprendidos terminan por legitimar, en muchos casos, actitudes de violencia.
No todo conflicto entre pares puede ser pensado como bullying, pero esta problemática deja una huella en la dignidad de los chicos que lo sufren y daña su autoestima y la forma en que se ven ellos mismos. Si nuestros niños y adolescentes no desarrollan una autoestima sana, tendrán mayores dificultades para superar sus miedos, y confiar en sus capacidades para sobreponerse a conflictos.
Una comunidad que trabaja para mejorar y difundir la cultura de la convivencia y para promover el diálogo, el reconocimiento, la aceptación de las diferencias, la escucha, la solidaridad, el compromiso y el respeto, es una comunidad que da herramientas para que estos chicos puedan construir y disfrutar un presente distinto que les permita vivir un futuro mucho mejor.
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Bullying