Magazine MYE JUNIO 2017 | Page 16

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Los ingredientes fundamentales a agregar en el día a día serán el amor incondicional, junto con una gran dosis de presencia y acompañamiento. Un truco: cuando regamos esas semillas con risas y juego, crecerán mucho más fuertes.

Cuando las semillas se van convirtiendo en plantas, necesitarán una buena guía. A veces esa guía les sujetará más fuerte poniendo límites y en otras ocasiones, les permitirá soltarse y elegir su siguiente etapa del camino, confiando en que sabrá cómo seguir creciendo, y sino estando allí por si hay que apoyar de nuevo.

En su crecimiento, cada planta notará que tiene otras plantas a su alrededor, y que para que el campo entero esté fuerte y bonito, tendrá que cuidar y ayudar a sus compañeras, pensando en cuidarse a sí misma y a las demás. Al mostrar empatía, será capaz de trabajar en equipo y así todas conseguirán crecer más fuertes.

Cada planta será diferente. Unas más grandes, con diferente colorido, con el tallo más ancho… Pero todas formarán parte del mismo campo. Con las mismas semillas y mediante el buen trato, cada planta lucirá lo más bonita que pueda llegar a lucir.

Con los niños y niñas pasa lo mismo. Los padres y madres somos los encargados de sembrar valores en nuestros hijos e hijas mediante el amor incondicional, nuestra presencia y acompañamiento, para guiarles en los aprendizajes que tengan que hacer en sus vidas. Siempre cuidando que sean conscientes que ellos son importantes, pero los demás también. Que si tú ganas, yo también gano.

Maribel Sobrino, Psicóloga Mamá de dos pequeños, de casi 8 años y 16 meses. Escribo en el blog Afecto y Familia sobre maternidad y educación. Cofundadora de Divertydoo, la herramienta para buscar grandes planes en familia. Buscadora de pequeños grandes momentos que descubro dentro de la rutina diaria.

www.afectoyfamilia.com