MAG MAYO-JUNIO 2016 | Page 61

No hay una sola forma de diseñar este plan y la recomendación es no experimentar: vale la pena un proceso de facilitación externo, que contribuya con buenas prácticas, con preguntas fuera de la caja y con metodología.

En nuestra experiencia, estos son algunos hitos que caracterizan el plan estratégico operativo:

Análisis previo: El objetivo del análisis previo es lograr “awareness” o si se prefiere, entender y sincerar la situación actual, con sus luces y sombras, con sus paradigmas y sus logros, con sus limitaciones y sus esperanzas. En el análisis previo se observa con atención la realidad externa, a la caza de las mejores prácticas. Y en ocasiones realizamos un análisis de escenarios, para sensibilizar el impacto de distintas estrategias frente a posibles situaciones o “estados de la naturaleza”. Los estados de la naturaleza pueden ser pesimistas (¿empeorará la situación de la minería en lo que queda del 2016?), optimistas (¿se reactivarán algunos proyectos congelados por temas ambientales?) o más probable (¿será el segundo semestre similar al primero?). Con este material estamos en condiciones de avanzar en los siguientes pasos.

Propósito estratégico: El propósito estratégico responde a la pregunta “¿por qué?”. ¿Por qué las Operaciones pueden impactar en el negocio? ¿Costo, calidad, servicio, flexibilidad? ¿Cómo resumir el desafío en pocas palabras? El propósito estratégico debiera guiar a la Logística en los próximos cinco o diez años.

Objetivos estratégicos: Los objetivos estratégicos responden a la pregunta “¿dónde deberemos estar en X años?”. Usualmente consideramos un horizonte de unos tres años. Un mapa de objetivos versus tiempo (tal vez por semestres) puede servir como brújula para orientar los esfuerzos futuros. ¿Qué niveles de servicio nos comprometemos a entregar? Por ejemplo, ¿tendremos una Logística convencional o automatizada? ¿Qué procesos estarán especializados en ciertos segmentos de clientes y cuáles serán comunes? ¿Qué parte será auto-gestionada y qué parte será externalizada? Estas son algunas de las preguntas pertinentes en esta etapa.

Prioridades: Las prioridades son de corto plazo, es decir, con un horizonte de un año. Las prioridades responden a la pregunta “¿dónde poner nuestros recursos y nuestros mejores esfuerzos en los próximos 12 meses?”. Las prioridades son pocas, no más de tres, y ayudan a focalizar los esfuerzos. Si fuera necesario gestionar en el peor escenario las prioridades nos ayudarían a mantener el foco.

Capacidades: las capacidades organizacionales responden a la pregunta “¿qué necesitamos para cumplir las prioridades y los objetivos estratégicos?”. Las prioridades pueden referirse a competencias, a tecnología, a equipamiento, a infraestructura o a otros medios que son claves para pasar de la idea a la acción. Pueden ser capacidades que debamos desarrollar o que debamos incorporar desde el exterior. Es conveniente tratar a las capacidades como variables dinámicas, no como constantes congeladas en el tiempo.