MAG MARZO 2016 | Page 72

En cuanto a mi embarazo, la institución se preocupó hasta de que tuviera un uniforme especial.

Desde que eran aspirantes ¿Han cambiado sus apreciaciones con respecto a esta labor?

CH: Me lo imaginaba distinto, los oficiales llevamos mucho el mando, están las brechas generacionales y aprensiones naturales por el tema género y por ser de otra escuela y tener otro grado. Me gusta estar al mando, liderar para el accionar diario y realizar labores de carabinero. Existen las barreras naturales al principio por ser mujer y con mando, pero después el espíritu de trabajo impera y se desarrolla uno en su quehacer profesional ayudando a los demás en su rol en pro de la labor de Carabineros de Chile y en mantener en alto la institución que muchas veces no se reconoce desde el punto de vista civil.

CA: Hemos tenido la ventaja de tener una muy buena preparación de escuela, y además como instructora en mis inicios pude ver muchas realidades de mujeres y niñas con sus problemáticas sociales y propias del género. Esto me ha ayudado mucho a entender mejor cuál es nuestro rol social en la institución y fuera de ella.

¿Cómo ven la carrera de una oficial respecto a los tiempos anteriores, en la que la mujer sólo estaba abocada al rol de voluntariado y responsabilidades institucionales de cuidado de vulnerabilidad de los niños y hogares?

CH: Hoy en día la labor de la mujer carabinero es transversal, las proyecciones profesionales son mucho más claras y asequibles que antes, podemos llegar a los escalafones más altos de la Institución, tanto por mérito propio como por carrera. Y por tanto nos podemos desarrollar en el Mando en toda su plenitud de ejercicio y profesionalismo según los desafíos de nuestra institución.