MAG #8 La Tercera Plataforma | Page 70

El Trabajo, tu única oportunidad de ser feliz

Ante un problema, busca siempre una solución. Si algo se ensucia, lo limpia, si el auto no arranca, llama al mecánico, si hace demasiado calor, enciende el aire acondicionado y si tienes hambre, come.

Aún así, a menudo no logramos ver las numerosas oportunidades que se nos presentan junto a los problemas.

En japonés la palabra “crisis” está formada por dos ideogramas: “peligro” y “oportunidad”.

Todas las crisis, financieras, matrimoniales, existenciales o religiosas encierran peligros y oportunidades.

¿Cuáles son las oportunidades laborales que ofrece una crisis? ¿Por qué el hecho de no poseer un trabajo o de querer cambiarlo supone una gran posibilidad?

Porque te entrega la oportunidad más preciosa de tu vida: empezar a hacer, por fin, lo que te gusta, dedicándole a ello todo tu tiempo y toda tu pasión, dejando de perder años en busca de un trabajo que igual no te va a satisfacer o, peor aún, siguiendo con un trabajo que, al final del día, te deja un gran vacío.

Vaya como vaya, esto es lo que tienes que hacer. Y cuando, justo antes de dormir, te interrogues sobre lo que has hecho durante el día, podrías llegar a responderte: -¡Todo el día he estado haciendo lo que me gusta!-.

El plato caliente en casa de mamá lo tendrás asegurado, que lo logres o no.

Puedes escoger cómo utilizar las únicas 10 horas libres que tienes a disposición durante el día. Y es así, porque el resto del tiempo hay que emplearlo en acciones que no se pueden evitar: comer, dormir, aseo personal, echar gasolina, hablar, transportarse y comprar.

Así pues, hay que pensar:

¿Qué es lo que quiero hacer durante 10 horas al día y para el resto de mi vida? ¿En qué quiero tener que pensar durante toda la jornada? ¿Qué emociones quiero experimentar a lo largo del día? ¿Y cómo hago que me paguen por hacer lo que me gusta?

De hecho, las emociones se pueden escoger. Pero para experimentarlas hay que realizar las acciones que las provocan.

Empecemos a razonar de forma concreta.

¿Qué quiero hacer desde por la mañana hasta por la tarde? ¿Qué acciones quiero cumplir?

Ahora pienso: ¿cómo puedo poner esto en práctica y, a la vez, hacer que me paguen por ello? ¿Qué pasos tengo que seguir para llegar a ese lugar y realizar ese trabajo?

Haré lo siguiente: me compraré, un smart phone o un tablet de calidad y me iré al Caribe.

Comprare un dominio, Drinksonthebeach.net.

Le añadiré sharewares con los que podré transmitir mi jornada, en streaming y en directo, a quienes hayan entrado a ella.

En cuanto empiece a transmitir habrá por lo menos 6 personas conectadas, porque en un blog se había hablado de esta página tras un tweet mío en el que anunciaba su creación y puesta on-line.

Al cabo de dos semanas me llama la Bacardi porque quiere poner un mega-anuncio en mi página: “¡No puedo más! ¡Necesito irme de vacaciones! ¡Que alguien me salve!”. Me ofrecen un contrato de 10.000 Euros al mes.

¡Ah!, ¿has entrado en www.drinkonthebeach.net?

¿Lo has buscado?

¡No existe!, ¿de verdad?. Entonces….. ¿qué esperás para crearlo tu?

Brief

Guelfand RELOADED

Guelfand RELOADED