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Escena 1: Una empresa lanza con estruendo y entusiasmo su programa de Innovación. Hay discursos y encendidos mensajes en la intranet y en la revista interna. Se habla que “necesitamos una cultura de innovación. ¡Todos vamos a ser innovadores!”. Así que se lanza un concurso de ideas, donde todos pueden participar, ¡aquí vamos!

Escena 2: Llegan algunas ideas. La comisión encargada de revisarlas comenta que algunas ideas parecen demasiado generales, otras son irrealizables, otras no se entienden y otras cuantas son demasiado operativas. Se destaca la idea ganadora y, aunque la campaña de comunicación sigue, los empleados terminan el año con la percepción es otra moda pasajera: “cuando venga otro gerente llegará con otra idea diferente”, se rumoreaba en pasillos.

Escena 3: Al comenzar el nuevo año, el programa de Innovación es discontinuado por razones de reducción de gastos.

Estas escenas se repiten en muchas empresas. Dicen que el hombre es el animal que suele tropezar varias veces con la misma piedra, así que veamos cuáles son estas piedras en el camino:

1 Innovación no es mejoramiento continuo

La innovación es un salto cuántico, ya sea de producto, o de algún proceso crítico o del modelo de negocio. El mejoramiento continuo tiene que ver con muchas mejoras incrementales pero constantes. La innovación se lleva siempre al mercado pero no ocurre así con el mejoramiento continuo. Algunas empresas confunden entre uno y otro, lo que las hace confundir también los medios y los fines.

innovacion en primera persona

2 Los concursos de ideas son para mejoramiento continuo, no para innovación

Un concurso de ideas, si está bien diseñado, puede capturar ideas de todos para realizar mejoras incrementales de tiempo, costo y calidad. Pero no todos en la empresa –en realidad pocos, si es que hay alguno- tienen ideas cómo cambiar el producto, algún proceso crítico o el modelo de negocios, para pasar a la delantera en la industria.

3 Las culturas no se cambian de la noche a la mañana

Una cultura se forma lentamente, como la gota horada una piedra. Una cultura conservadora, por ejemplo, no se cambia sólo porque la gerencia lanza un programa de Innovación. Un proveedor de la minería o una faena minera no pueden transformar sus culturas de años en algo parecido a Google o Apple.

4 Las partidas en falso

Un hombre sabio dijo un día que todo lo que nace grande es monstruoso y está destinado a morir. Así, esos programas que nacen con un fuerte ímpetu y una gran campaña publicitaria interna pueden irse diluyendo con el tiempo. Y las partidas en falso son el mejor medio para lograr un contingente de escépticos, renuentes a colaborar en otras iniciativas mas adelante.