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Rodrigo Poblete Chávez.

PhD Ingeniería Ambiental, Máster en Sistemas de Energía Térmicos y Magister en Ingeniería Ambiental. Académico en la Escuela de Prevención de Riesgos y Medioambiente de Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN) sede Coquimbo.

Es profesor de ingeniería y gestión ambiental. investigador en I+D en sistemas de tratamiento y aprovechamiento de residuos, sistemas de aprovechamiento de energías renovables y eficiencia energética. Además es coordinador del proyecto de campus sustentable de la UCN en Coquimbo.

No es secreto para nadie que gran parte de Chile tiene hoy en día una crisis energética, que se ve reflejada en una alta demanda de energía eléctrica y térmica por diversas fuentes de consumo (domiciliario, comercial e industrial). Estas altas demandas de energía se han visto acrecentadas por un aumento en la población, consumidores cada vez más demandantes y a razones de baja eficiencia energética. Por otro lado, la oferta de energía se ha estancado debido principalmente a que se a basado en fuentes de energías de combustibles fósiles y a una población cada vez más exigente e informada, imposibilitando realización de proyecto que potencialmente pueden generar contaminación y emisión de gases de efecto invernadero, ambos fuertemente indeseados.

Chile es un país muy largo, con una geografía y unos recursos muy diversos. Cada zona del país tiene condiciones muy interesantes, el norte con una alta radiación solar, el centro con un gran recurso eólico y el sur con grandes saltos de aguas y fuertes oleajes. Además Chile está ubicado en el denominado cinturón de fuego, lo cual lo hace muy factible de realización de proyectos geotérmicos Esto sin duda lo hace propicio para un intenso aprovechamiento de energías renovable no convencionales (ERNC), las cuales son muy utilizados en países desarrollados, que han visto como es uso de estas han permitido un desacoplamiento de la matriz tradicional y una reducción en la emisión de contaminantes atmosféricos, líquidos y sólidos, dada la reducción en la generación de residuos inherentes a la generación de energía por ciclos de gas, de carbón o ciclo combinado.

También es necesario tener en consideración que, además de la generación de energía, es importante gestionar el transporte de esta hacia los puntos de consumo. En ese sentido, entre más largas son las distancias de recorrido mayores son las pérdidas energéticas, además hay que considerar que hoy en día hay una fuerte discusión respecto a la carretera eléctrica, la cual es necesario ampliarla para abastecer adecuadamente el aumento de demanda, existiendo una serie de proyectos, con muy altos costos económicos y fuerte rechazo social, ya que estos obligan a intervenir suelos y espacios destinados a otros usos.

Todas estas razones hacen concluir que la autogeneración de energía, renovable y cerca de los centros de consumo es una alternativa más interesante. Imaginar centros industriales y residenciales con generación propia de energía es una interesante visión de futuro, pero siempre teniendo presente filosofías de eficiencia energética, es decir, utilizar el recurso de forma responsable, evitando pérdidas innecesarias, utilizando equipos de alto rendimiento y bajo consumo y ahorro energético. Esto sin duda atraería además un mejor uso de los recursos económicos de las empresas y consumidores en general.

Por Rodrigo Poblete Ch.

CHILE Y EL SALTO A

ENERGIAS SUSTENTABLES