Para ejercitar la libertad: demasiadas veces somos limitados por la creencia de que nuestros actos son una libre elección, cuando en realidad son fruto de nuestras creencias. Hoy haz algo que no esté condicionado por una creencia y haz sólo lo que estimes conveniente. Por ejemplo: cuando vayas a elegir la camisa o la blusa, hazlo; y luego cámbiala por aquella que elegiste no usar, sólo para ejercitar la libertad. ¿Pensabas salir en auto? Sal en bus. Descubrirás que los límites de la libertad existen sólo dentro de la mente y que eres libre de cambiarlos y dominarlos. Libertad es cambiar de idea.
Para ejercitar la autenticidad: demasiadas veces parecemos un camaleón, adaptando nuestro comportamiento para estar en sintonía con los demás, ser aceptados, queridos. Así, nos abandonamos, dejamos que el otro nos asimile y olvidamos quiénes somos realmente. Hoy, trata de ser un poco más tú mismo, aunque no le agrade a todos. Habrá sin duda una persona a quien le gustarás: a ti. Cuando algo te guste, dilo
aunque parezca inadecuado. Cuando algo te moleste, dilo. Si te apetece cantar en el metro, hazlo. No te midas según la aprobación de los demás, sino por tu capacidad de representarte a ti mismo.
Para ejercitar la gratitud: damos demasiadas cosas por sentado. Por ejemplo: respirar. Hoy, en al menos 7 ocasiones, agradece por la posibilidad de respirar. Agradece a los arboles que te dan el oxigeno, al sol que les da el estímulo a ellos para producirlo, al Creador que lo inventó. Agradece cada mañana por haber despertado... Verás cuán bien se siente hacerlo.
Para ejercitar el sentido del humor: ríe hoy cuando veas algo lindo, cuando el micro te deje abajo. La vida es una gran broma, una ilusión de la percepción. Date cuenta de que todo es posible y ríete sólo porque hace bien hacerlo. Y sobre todo ríete de ti mismo, de todas las veces que por aparentar seriedad te has perdido de ser tú mismo.
Alejandro Guelfand
Life Coach para la Felicidad
Certificado AICP ( Italia )
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Coaching de la Felicidad
Brief
Ejercicios para el Alma.
Para ejercitar la auto-observación: hoy en al menos 4 ocasiones observa lo que estás pensando y sintiendo, lee las palabras que acaban de aparecer en tu mente, lee la emoción que ellas han provocado y regístralas. No te juzgues, sólo observa y conócete: este es el verdadero ¨tú¨.