[ EDUCACIÓN ]
“Los hombres tenemos que tomar
consciencia de que en cuanto a varones
somos sujetos privilegiados”
de género es un pilar esencial que va a determinar
la ciudadanía y la convivencia del futuro. El proble-
ma es que en nuestro país la educación siempre es
un elemento político arrojadizo y los que lo pagan
son los que están en medio, los niños. La educación
va a determinar qué tipo de ciudadanía vamos a te-
ner, así que ahí está la base política de la sociedad
que vamos a tener en el futuro.
AC: ¿Crees que toda esta educación, toda esta
toma de conciencia feminista, toma más impor-
tancia si cabe hoy en día, con el auge de la ultra-
derecha en España y su discurso machista?
OS: Sin duda. Estamos en un momento en el que
cada vez hace falta más pedagogía. Frente a tantas
barbaridades que estamos leyendo y escuchando
sobre lo que es el feminismo, sobre las políticas
públicas de igualdad, sobre las mujeres feministas,
la respuesta tiene que venir de la mano de los ar-
gumentos que desde hace siglos se han construido
muy sólidamente desde la teoría feminista.
AC: “Lo contrario al feminismo no es el machismo,
es la ignorancia”, empieza el libro precisamente.
OS: Es que la mayor parte de las posiciones contra-
rias al feminismo parten de una ignorancia tremen-
da sobre lo que realmente significa el feminismo. Y
junto a esa ignorancia hay una posición defensiva de
quienes ven que el feminismo ataca los pilares de
su dominio. Hay una resistencia del que se revuelve
para que no le quiten su esfera de control. Es algo
que estamos viendo a nivel global en los discursos
que están ocupando incluso las instituciones.
AC: Afortunadamente cada vez hay más libros
como #WeToo, más literatura con voz de mujer,
más literatura sobre el valor de los cuidados, más
novelas de autoficción que derriban mitos como
el de la maternidad feliz, más libros infantiles con
carácter marcadamente feminista, que realzan las
figuras de mujeres referentes… Es algo positivo
pero, a la vez, ¿no te da miedo que el feminismo
acaba siendo visto como una moda?
OS: Siempre se corren riesgos cuando un movi-
miento como éste logra la dimensión global y me-
diática que ha alcanzado. Se corre el riesgo de
que mucha gente se sume al carro porque está de
moda, porque es políticamente correcto, porque
vende o porque les sirve para ganar votos. También
se corre el riesgo de que el mercado aproveche el
feminismo como una especie de marca más. Ya lo
estamos viendo: desde camisetas donde se dice
“yo soy feminista” hasta todo el merchandising que
a cualquier empresario se le pueda ocurrir al hilo
de lo que está pasando. Pero bueno, son daños co-
laterales que son soportables porque lo importante
es que justamente el feminismo ha salido a la luz y
se ha colado en el centro del debate público.
AC: Y por último, y para que esto no sea una moda,
sino una realidad, en el último capítulo elaboras
un decálogo de puntos para ser los hombres que
deberíamos ser. ¿Qué es lo más importante para
empezar a serlo?
OS: El punto de partida, lo que da sentido a todo lo
demás, es que nosotros tomemos consciencia de
que en cuanto a varones somos sujetos privilegia-
dos y que formamos parte de un sistema en el que
por el hecho de ser hombres tenemos una posición
de prevalencia, de control e incluso de dominio.
Tomar conciencia de género es el punto de par-
tida necesario para que cada uno se transforme a
nivel interno y para que luego eso se proyecte fue-
ra en nuestras relaciones, en nuestro trabajo, con
nuestros hijos, con nuestras pareja. Lo primero es
colocarse ante el espejo y darse cuenta de que tú,
aunque no seas un hombre violento o un violador,
también formas parte de esa sociedad machista y
de que incluso, a veces inconscientemente, repro-
duces sus valores. ■
ABRIL 2019 •
mama
• 65