[ EDUCACIÓN ]
Adrián Cordellat: #WeToo es un libro pensado
para chicos y chicas jóvenes, los que deben con-
tinuar la revolución feminista. ¿Crees que la falsa
sensación de que la igualdad ya está conseguida
puede lastrar la lucha de este grupo de población?
Octavio Salazar: Sí. Hago mucho esa reflexión últi-
mamente. En este país en la última década hemos
vivido una especie de espejismo de igualdad. Se
han aprobado leyes de Igualdad de género muy
potentes, que incluso han sido referente a nivel in-
ternacional, y ha habido una serie de políticas pú-
blicas con sus luces y sus sombras, pero sin duda
muy significativas. Pero sí que es cierto que creo
que en todo lo que tiene que ver con el cambio de
la cultura machista no se ha puesto el énfasis nece-
sario e, incluso, me da la sensación de que hasta se
están dando pasos hacia atrás.
AC: ¿En qué has notado esos pasos hacia atrás?
OS: Cuando he tenido la posibilidad de ir a dar
charlas en institutos con alumnos de secundaria,
sobre todo, me he dado cuenta de que desde el
punto de vista de los comportamientos, de las ac-
titudes, de las relaciones más personales, sigue ha-
biendo un lastre muy machista que efectivamente
no se cambia a golpe de ley o de decreto, sino que
hace falta otra transformación social mucho más
profunda que aún no se ha producido, al menos a
los niveles que sería deseable.
AC: Dices en la introducción que las chicas deben
ser las primeras en rebelarse contra las resisten-
cias del patriarcado, pero destacas sobre todo el
papel de los chicos, la necesidad de que “empie-
cen a darse cuenta del machista que llevan den-
tro”. Creo que es el paso más difícil, ¿no?
OS: Sin duda. El libro parte de cómo yo he ido cons-
tatando en los últimos tiempos dos cosas: por un
lado, que las chicas más jóvenes han ido posicio-
nándose más claramente en relación a lo que im-
plica el feminismo, van teniendo mucho más claras
determinadas cosas y determinados límites que les
afectan mucho más a ellas; pero, por otro lado, he
tenido también la sensación, cada vez más eviden-
te, de que los chicos están completamente perdi-
dos. La mayoría de ellos no tienen muy claro dónde
situarse en este nuevo esquema y en ese contexto
de desorientación hay bastantes chicos que lo que
están haciendo es acogerse a la que es quizás la
posición más fácil, que pasa por reproducir los es-
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•
mama
• ABRIL 2019
“Hay que dotar
a los jóvenes de
herramientas que les
permitan mantener
una distancia crítica
con los mensajes
contradictorios sobre
el feminismo que
están recibiendo
cada día”