Madresfera Magazine 19 - Enero 2019 | Page 53

[ UN PROYECTO BAJO EL BRAZO ] encuentran la seguridad (“Su tiro especial en for- ma de elipse garantiza la seguridad del niño ya que impide el deslizamiento hacia el interior”); que está realizado con micro-fibra antialérgica y lavable en lavadora para que siempre esté libre de ácaros; que la fabricación se hace en España con materiales de primera calidad cumpliendo los estrictos controles de calidad y la legislación laboral española. Y, por supuesto, la calidad de sus tejidos, al- godón 100% con certificación OEKO TEX, que garantiza que en su proceso de fabricación y tintado todos los componentes están libres de tóxicos y no son perjudiciales para el medio ambien- te. “Los niños duermen en un saco en contacto di- recto con su piel y los niños chupan y tocan todo, así que la confianza y la garantía en el producto debe ser total”, añade Cristina. EMPRENDER SIENDO MADRE La fundadora de Norkid trabajó por cuenta ajena hasta que su hija tuvo 5 años y su proyecto des- pegó, así que conoce las dos caras de la moneda y puede opinar con objetividad. En ese sentido, re- conoce que emprender y asumir la responsabilidad de un proyecto propio “hace que el nivel de trabajo, la responsabilidad y las preocupaciones sean más altas”. En cambio, y como contrapunto, emprender tiene el beneficio para ella de que puede adaptar sus horarios a la vida de sus hijos, a la escuela, y a otras necesidades de los pequeños. No obstante, reconoce que la experiencia ha fun- cionado en su caso por el compromiso y el apoyo de su pareja: “Hemos sido dos para sacar adelante nuestra casa, la educación de nuestra hija, y nues- tras respectivas profesiones. Hemos asumido desde el primer momento que es una cosa de dos en toda la amplitud de responsabilidades y labores”. Dado que afirma que emprender le ha permitido ajustar sus horarios a los de sus hijos, preguntamos a Cristina de Rojas si diría que ser la responsable de su propia empresa le permite conciliar mejor su vida laboral y familiar o, igualmente, sigue siendo una utopía. “Es una utopía, el sistema no interviene en ninguna de las circunstancias laborales existen- tes, ni por cuenta ajena ni con un negocio propio. No se implica ni asume que para sacar adelante a los bebés y a los niños hay que cambiar el sistema. “La verdad es que no sé cómo me atreví a hacer una cosa así. Un ataque de locura se apoderó de mí llevada por el entusiasmo de que otras madres supieran lo que era descansar y solucionar algo tan sencillo” Las horas de trabajo, descanso y dedicación fami- liar no cuadran nunca”, argumenta. Aceptada la utopía, en Norkid solo piensan en “me- jorar siempre” y en darse a conocer en otros países. Y lo intentarán como lo han hecho hasta ahora, “con mucho trabajo, dedicación, ganas, y buenas relacio- nes”. Y sin pensar en el éxito, un concepto en el que Cristina no cree. “Es un término muy complejo que depende de muchas variables; además, es una per- cepción de otros sobre algo o alguien, más que una realidad”, concluye. ■ ENERO 2019 • mama • 53