Madresfera Magazine 19 - Enero 2019 | Page 51

[ UN PROYECTO BAJO EL BRAZO ] Si algo pone de relieve una sección como esta es que la maternidad desarrolla el ingenio. Cristina de Rojas es otra muestra de ello. “El papel de ser madre nos condiciona a convertirnos en seres flexibles de por vida. Aprendemos a adaptarnos a todos los cambios de nuestros hijos y a los nuestros propios. Y creo que las madres somos muy rápidas en este proceso de adaptación, lo hacemos sin darnos cuenta, mientras vamos resolviendo los problemas cotidianos de la evolución de nuestros hijos. La creatividad nos acompaña constantemente porque es una herramienta indispensable para encontrar soluciones en escenarios desconocidos”, sostiene. Norkid, su proyecto empresarial, es una prueba de ello. P orque a Cristina le sucedía algo que suena a todos los padres. Una vez que su hija cum- plió los dos años y no había forma de po- nerle un saco de dormir porque le impedía la movilidad, se pasaba las noches desta- pada, para angustia de su madre. “Por las noches me levantaba varias veces para taparla y cada vez que iba a verla estaba encogida de frío. Empezamos a su- bir la temperatura de la calefacción para solucionar el problema, pero tampoco funcionó porque pasábamos calor, resecaba el ambiente y teníamos que dormir todos en casa sin taparnos”, rememora. A un problema, una solución. Cristina compró un nórdico y empezó a darle forma, diseñando un saco-edredón que cumplía varios objetivos: facilita- ba el movimiento libre de su hija mientras dormía, le permitía levantarse sin estar atrapada, y era cómodo, blandito y suave al tacto: “Todavía recuerdo la pri- mera noche que Claudia empezó a usarlo. Me levanté tres veces y encontré a la niña tapada ¡no podía creerlo! A partir de esa noche, el problema se acabó. De un día para otro, así de fácil. En casa comenza- mos a dormir todos de un tirón y dejamos de abusar de la calefacción”. Dado el éxito obtenido con su hija, la emprendedo- ra empezó a diseñar muchos prototipos para per- feccionar el producto, que fue probado también por amigos de la familia. “Me hacían reír cuando decían que ya no podían estar sin este saco”, afirma. Con el visto bueno al producto de otras familias, Cristina decidió finalmente dar forma al proyecto y comenzó a investigar sobre tejidos, materiales y talleres. La pri- mera producción de Norkid apareció en el mercado en el año 2012. “La acabamos en enero, me acuerdo perfectamente. 200 unidades, todas apiladas en cajas en el salón de mi casa. La verdad es que no sé cómo me atreví a hacer una cosa así. Un ataque de locura se apoderó de mí llevada por el entusiasmo de que otras madres supieran lo que era descansar y solucionar algo tan sencillo”, recuerda. ENERO 2019 • mama • 51