Madresfera Magazine 19 - Enero 2019 | Page 46

[ UN VISTAZO FUERA ] limitadas y sin miles de tiendas bajo la casa, pero al final aprendí a apreciar los aspectos positivos de una ciudad hecha más a escala humana y, sobre todo, de niño. Pero lo que todavía extraño mucho es el calor de los romanos. Es cierto que a veces es un poco demasiado intrusivo, pero siempre saben cómo hacerte sentir como en casa. P: Creo que lo que peor has llevado ha sido el clima de Rovigo, ¿no? R: ¡Muy cierto! El frío se siente aquí realmen- te, pero sobre todo lo molesto es la niebla que vuelve el cielo gris y provoca que no tengas ganas de salir. ¿Será esta razón, por la que a menudo me quedo en casa, la que puso en marcha la idea de pasar tiempo es- cribiendo un blog? (risas) “Mi blog es un lugar donde la maternidad se vive como un juego y no como una obligación y una fatiga” P: Te criaste en Roma con tus abuelas, con las que por el trabajo de tus padres dices que pasabas casi las 24 horas del día. Los abue- los marcan de alguna forma nuestras vidas y suelen apa- recer cuando miramos atrás con las gafas de la nostalgia puestas, ¿verdad? R: Realmente mis dos abue- las han tenido roles fundamentales en mi vida gra- cias a su diversidad. Una fue más sencilla y práctica y me enseñó el valor del trabajo y la familia. La otra, artista y soñadora, ha alimentado mi lado creativo y poco convencional. P: Hay un post que me ha gustado mucho en el que hablas de la importancia de vivir el presen- te, de saborearlo. ¿Cuesta vivir el presente en un mundo como el actual, en el que parece que siem- pre hay algo por hacer? R: A veces parece no solo difícil, sino imposible. La sociedad nos impulsa a mantenernos siempre ocu- pados con algo, nos convence de que si no estamos luchando, entonces es que no estamos haciendo lo correcto, porque la vida debe ser un trabajo duro y 46 • mama • ENERO 2019 un sufrimiento, y solo de esta manera podemos demostrar que merecemos lo que tene- mos. Por eso nos sentimos obligados a hacer siempre algo y los momentos de rela- jación y diversión se experi- mentan como una falla. Para poder disfrutar del presente de nuevo necesitamos cambiarnos, rebelarnos y deci- dir que nuestro objetivo es ser felices, ¡aquí y ahora! P: ¿Crees que la maternidad, los hijos, nos reconci- lian con ese presente? R: Si y no. Los niños nos obligan a reducir la veloci- dad para ir a su ritmo, pero a veces no nos detenemos a saborear realmente los momentos que pasamos con ellos, porque nuestra mente está proyectada en otra parte. O peor, vivimos esos momentos como una “pérdida de tiempo”. En realidad es todo lo contrario y, afortunadamente, muchas madres se dan cuenta de ello: todo lo demás es una pérdida de tiempo que nos distrae de las cosas importantes (los niños, nosotros mismos...). Una vez que tomamos consciencia de esto aprendemos a restablecer las prioridades para poder