“No queremos que la
gente se centre en el
dispositivo tecnológico,
sino en el uso creativo
que pueda hacer de él”
nas había 73 alumnos. Las clases
de 5º y 6º de Primaria, por ejem-
plo, estaban juntas y aun así ape-
nas había cinco niños entre am-
bas. “El director anterior ya me
decía que no era sostenible el
cole”, recuerda. Hoy, seis años
después, el centro tiene 600
alumnos y debido al efecto llama-
da que ha tenido la innovación
tecnológica y pedagógica instau-
rada, cada año quedan en lista de
espera otros 300 alumnos.
Y no solo eso, como adelantó
Martín en primicia a Madresfera
Magazine, Apple les acaba de
otorgar el sello Distinguished
School, un reconocimiento que
solo ostentan 400 colegios en
todo el mundo (uno solo hasta
ahora en España, el Sotogrande
International School de San Ro-
que -Cádiz-) y que le sitúa en la
vanguardia del uso de la tecnolo-
gía a nivel educativo.
NO TODO SON ÉXITOS
El caso del CEIP Santo Domingo
es extraordinario, pero desgracia-
damente no se puede decir que
sea la norma en España. En sep-
tiembre del año pasado, la revista
científica International Journal of
Educational Research hacía públi-
cos los resultados de la investiga-
ción Tecnología y logros de los
estudiantes: un análisis del pro-
grama catalán un portátil por
niño, puesto en marcha por el Go-
bierno de Cataluña para estudian-
tes de Educación Secundaria du-
rante el curso 2009-2010 y que
ya al final del curso 2011-2012
tuvo que reducirse por razones fi-
nancieras.
Los datos de la investigación no
pudieron ser más decepcionantes.
“Los resultados empíricos indican
consistentemente que este pro-
grama tuvo un impacto negativo
en el rendimiento de los estudian-
tes en catalán, español, inglés y
matemáticas”, puede leerse en el
artículo. Y como explica Toni
Mora, miembro del Instituto de In-
ENERO 2019 •
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