[ EDUCACIÓN ]
PREGUNTA: En 1992 decides poner en marcha una sin-
gular y original propuesta: introducir el teatro en el
aula como recurso pedagógico para el aprendizaje de
materias como las matemáticas, la historia o la lengua.
¿Cómo ha sido el camino hasta hoy?
RESPUESTA: Pues maravilloso, lleno de experiencias,
de encuentros y de aprendizaje. No olvidemos que
se trata de un proyecto que empezó hace más de 25
años con una editorial pequeña (Ediciones De la To-
rre) y sin apenas publicidad, y sin embargo los textos
siguen reeditándose año tras año. Continuamente me
llegan noticias de lectores y profesionales (ya sean
del ámbito teatral o pedagógico) que trabajan
con mis libros en diversos países. Eso
da la medida de lo viva y útil que se
mantiene la propuesta.
Y precisamente esas perso-
nas que me escriben para
contarme sus experiencias
con mis libros aportan
una información clave
para seguir avanzando
en este proyecto.
P: ¿Cuáles son las mayo-
res dificultades que te
has encontrado?
R: Pues creo que la propia
elaboración de los textos
ha sido toda una dificultad y
toda una aventura. Cada libro
publicado toca una materia es-
colar distinta, y yo no soy experto
ni especialista en ninguna de ellas,
por lo tanto eso ha supuesto un trabajo
previo de documentación, tanto bibliográfico
como de contacto directo con profesores y alumnos,
sobre los conceptos que se tocan en ese margen de
edad al que van dirigidos los libros (de 6 a 12 años), para
después convertir esos conceptos en acción, en teatro.
Pese a esto, ha sido un camino muy productivo, ca-
mino que se ha ido creando y alimentando con el
propio proceso.
P: ¿Qué influencia tiene tu “yo” actor en tu “yo” autor
y en esos libros para el aula?
R: Lógicamente mi experiencia como actor o director
teatral me da unos recursos y una manera de enten-
der el hecho teatral que influye considerablemente en
cómo enfoco la escritura de estos libros. Como actor,
escribo pensando en el ritmo y sentido de los diálogos
y en el diseño de los personajes. Como director, me pre-
ocupo de que la puesta en escena resulte atractiva y
efectiva, pero a la vez sencilla.
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•
mama
• NOVIEMBRE 2018
Mi dilatada trayectoria profesional, bregando en
producciones teatrales muy diversas en estilo y te-
mática, me ha dado una visión muy clara y particular
de lo que es el teatro, y del potencial, fabuloso e
innovador, que puede aportar en otros campos, la
pedagogía entre ellos. Siempre desde un punto de
vista donde lo lúdico no excluya lo pedagógico, y
viceversa, que transmitir conocimiento no suponga
siempre algo estático y acartonado, alejado de lo di-
vertido o interesante.
P: Insistes en que no se trata de “educación” tea-
tral sino de teatro como recurso pedagógico.
¿Cómo se introduce en el aula?
R: Es que son dos cosas totalmente
diferentes y por eso me gusta ma-
tizar una y otra vez esa singula-
ridad: una cosa es un profesor
de teatro enseñando teatro
(que suele ser lo que se
ve habitualmente), y otra
muy distinta es un pro-
fesor (no de teatro, sino
de matemáticas, lengua
o cualquier otra materia
escolar) usando el teatro
para enriquecer el apren-
dizaje.
Desde un principio imaginé
este proyecto en ese espacio
íntimo y reducido que es el
aula de una escuela, sin público
ni zarandajas técnicas, allí donde
lo importante es la vivencia antes
que la exhibición. La idea es que este
nuevo recurso ilumine la rutina de profesores
y alumnos. Una herramienta más, complemento a una
sesión de diapositivas o una visita a un museo, pero a
la vez muy peculiar artilugio que puede trasladarnos a
nuevos mundos y realidades.
P: Ahora que tanto se habla de flipped classroom, de
pedagogías como Montessori o Waldorf, o de neuroe-
ducación, cuéntanos, ¿qué ventajas encuentras a esta
herramienta de aprendizaje?
R: La ventaja principal es la posibilidad de vivir un co-
nocimiento, literalmente, de transitarlo íntimamente,
de entenderlo con la pura práctica. En eso consiste
el teatro y de esa idea parte todo mi proyecto y los
libros. Cuando un alumno vivencia, por ejemplo, un
problema matemático o un hecho histórico, se enfren-
ta de otra manera a su comprensión y resultado. Se
vuelve más accesible, el entendimiento será más vis-
ceral, casi físico, va a cuajar mucho más, se arraiga sin
depender sólo de la memoria.