Madresfera Magazine 18- Noviembre 2018 | Page 74

[ EDUCACIÓN ] PREGUNTA: En 1992 decides poner en marcha una sin- gular y original propuesta: introducir el teatro en el aula como recurso pedagógico para el aprendizaje de materias como las matemáticas, la historia o la lengua. ¿Cómo ha sido el camino hasta hoy? RESPUESTA: Pues maravilloso, lleno de experiencias, de encuentros y de aprendizaje. No olvidemos que se trata de un proyecto que empezó hace más de 25 años con una editorial pequeña (Ediciones De la To- rre) y sin apenas publicidad, y sin embargo los textos siguen reeditándose año tras año. Continuamente me llegan noticias de lectores y profesionales (ya sean del ámbito teatral o pedagógico) que trabajan con mis libros en diversos países. Eso da la medida de lo viva y útil que se mantiene la propuesta. Y precisamente esas perso- nas que me escriben para contarme sus experiencias con mis libros aportan una información clave para seguir avanzando en este proyecto. P: ¿Cuáles son las mayo- res dificultades que te has encontrado? R: Pues creo que la propia elaboración de los textos ha sido toda una dificultad y toda una aventura. Cada libro publicado toca una materia es- colar distinta, y yo no soy experto ni especialista en ninguna de ellas, por lo tanto eso ha supuesto un trabajo previo de documentación, tanto bibliográfico como de contacto directo con profesores y alumnos, sobre los conceptos que se tocan en ese margen de edad al que van dirigidos los libros (de 6 a 12 años), para después convertir esos conceptos en acción, en teatro. Pese a esto, ha sido un camino muy productivo, ca- mino que se ha ido creando y alimentando con el propio proceso. P: ¿Qué influencia tiene tu “yo” actor en tu “yo” autor y en esos libros para el aula? R: Lógicamente mi experiencia como actor o director teatral me da unos recursos y una manera de enten- der el hecho teatral que influye considerablemente en cómo enfoco la escritura de estos libros. Como actor, escribo pensando en el ritmo y sentido de los diálogos y en el diseño de los personajes. Como director, me pre- ocupo de que la puesta en escena resulte atractiva y efectiva, pero a la vez sencilla. 74 • mama • NOVIEMBRE 2018 Mi dilatada trayectoria profesional, bregando en producciones teatrales muy diversas en estilo y te- mática, me ha dado una visión muy clara y particular de lo que es el teatro, y del potencial, fabuloso e innovador, que puede aportar en otros campos, la pedagogía entre ellos. Siempre desde un punto de vista donde lo lúdico no excluya lo pedagógico, y viceversa, que transmitir conocimiento no suponga siempre algo estático y acartonado, alejado de lo di- vertido o interesante. P: Insistes en que no se trata de “educación” tea- tral sino de teatro como recurso pedagógico. ¿Cómo se introduce en el aula? R: Es que son dos cosas totalmente diferentes y por eso me gusta ma- tizar una y otra vez esa singula- ridad: una cosa es un profesor de teatro enseñando teatro (que suele ser lo que se ve habitualmente), y otra muy distinta es un pro- fesor (no de teatro, sino de matemáticas, lengua o cualquier otra materia escolar) usando el teatro para enriquecer el apren- dizaje. Desde un principio imaginé este proyecto en ese espacio íntimo y reducido que es el aula de una escuela, sin público ni zarandajas técnicas, allí donde lo importante es la vivencia antes que la exhibición. La idea es que este nuevo recurso ilumine la rutina de profesores y alumnos. Una herramienta más, complemento a una sesión de diapositivas o una visita a un museo, pero a la vez muy peculiar artilugio que puede trasladarnos a nuevos mundos y realidades. P: Ahora que tanto se habla de flipped classroom, de pedagogías como Montessori o Waldorf, o de neuroe- ducación, cuéntanos, ¿qué ventajas encuentras a esta herramienta de aprendizaje? R: La ventaja principal es la posibilidad de vivir un co- nocimiento, literalmente, de transitarlo íntimamente, de entenderlo con la pura práctica. En eso consiste el teatro y de esa idea parte todo mi proyecto y los libros. Cuando un alumno vivencia, por ejemplo, un problema matemático o un hecho histórico, se enfren- ta de otra manera a su comprensión y resultado. Se vuelve más accesible, el entendimiento será más vis- ceral, casi físico, va a cuajar mucho más, se arraiga sin depender sólo de la memoria.