[ SOLIDARIDAD ]
E
l 30 de marzo de 1998 Pupaclown quedó re-
gistrada como una asociación cultural y so-
cial sin ánimo de lucro. Apenas unos meses
más tarde, el 4 de junio, la idea inicial de Mi-
guel Ángel Gutiérrez tomó forma al firmarse
el acuerdo de colaboración entre la Asociación Pu-
paclown Payasos de Hospital y el Hospital Virgen de
la Arrixaca de Murcia. Dos décadas más tarde aquel
acuerdo sigue vigente y los payasos de Pupaclown son
parte ya del equipo de un hospital en el que, según
Pepa Astillero, fundadora y presidenta de la asocia-
ción, han contribuido a “humanizar” la salud: “Ese era
nuestro primer objetivo, pero también hemos contri-
buido al trabajo en equipo, porque los payasos traba-
jamos en pro de la medicina, de forma que acompa-
ñamos el proceso médico. Cuando al hospital entran
payasos, educadores infantiles o maestros se crea un
trabajo multidisciplinar que abre mentes”.
Y es que, explica Astillero, el trabajo de un payaso de
hospital es “importantísimo” cuando, además de cui-
dar el estado físico, también se quiere tener en cuenta
y dar la importancia que tiene al aspecto psicológico
de los pacientes, sobre todo cuando hablamos de me-
nores: “Los niños no entienden la enfermedad como
tal, son enfermos pasivos que no deciden. Nosotros
damos a los niños impulsos psicológicos positivos
para que puedan afrontar el proceso que están vivien-
do y, sobre todo y más importante, les recordamos
que, aunque son niños enfermos, siguen siendo niños
con capacidad de jugar, de soñar, de fantasear”.
¿Y cómo es trabajar para niños que están ingresados
por enfermedades que, en algunos casos, pueden ser muy
duras?, le preguntamos a Pepa Astillero. “Es precioso, un
trabajo muy de piel”, contesta sin dudarlo ni medio segun-
do la fundadora de Pupaclown, que añade que los niños
enfermos, “además de superhéroes”, son muy generosos y
transparentes: “Son como el agua. Te dicen en el momen-
to lo que sienten, comparten con nosotros sus miedos, las
cosas que les inquietan y, aunque estén abatidos, todos
los días están esperando la visita de los payasos, de sus
amigos los Pupaclown. De verdad que ver sus ojos y sus
sonrisas cuando tú llamas a la puerta es algo precioso”.
MARZO 2018 •
mama
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