[ CULTURETA ]
“Cuando una tiene
hijos y el amor es
tan grande deja de
hacer cosas, pero no
sacrifica”
solo el documental o también tiene algo que ver que
ahora soy madre, pero siento que he cambiado. No sé
si la entiendo más, puede que sí, sobre todo entiendo
que en el viaje de la maternidad no todo es blanco o
negro, sino que todo está lleno de grises. Lo que sí es
cierto es que ya no tengo esa incomodidad que una
guarda en su corazón y no se atreve a comentar con
sus padres. Eso ya lo saqué y ahora estamos en otro
nivel. Para mí eso es lo más importante, algo así como
decirles las cosas a nuestros padres antes de que se
mueran.
AC: En el documental te vemos a ti ya adulta y a tu
madre en su vejez. Pero me gustaría saber cómo fue
para ti quedarte a los 11 años “sin madre” y convi-
viendo con un padre que decís en el documental, no
sé si tú o tu hermano, que no estaba preparado para
ejercer como tal. Imagino que no tuvo que ser nada
fácil, porque eras todavía una niña…
CW: Digamos que sí fue difícil quedarme a los 11 años
casi sola y a cargo de mi hermano. Esa fue la parte
más dura de que mi madre se fuese a su viaje. Ade-
más, en aquella época no había las posibilidades de
comunicación que existen hoy. Creo que estaba en una
edad crucial en la que una sí que necesita mucho de
la presencia de su madre, así que digamos que fue un
momento difícil para mí y para mi hermano.
AC: Tu infancia y la de tu hermano entroncan con las
que hemos visto últimamente en algunas películas
indie como Captain Fantastic o El castillo de cristal,
que nos hacen replantearnos la maternidad/paterni-
dad, la educación y los estilos de crianza. ¿Qué dirías
que hay de positivo en la infancia libre que tú viviste
y qué de negativo?
CW: Este tipo de crianza libre tiene muchas ventajas,
pero también muchas desventajas. Como digo en la
película, creo que la mayor desventaja es no tener un
centro, una casa, unos amigos, un sitio al que una siem-
pre se pueda volver, porque nosotros siempre estába-
mos viajando. La mayor ventaja es que me formé de
70
•
mama
• MARZ O 2018
una manera muy distinta a la gran mayoría de niños y
tuve experiencias increíbles desde bien pequeña: subí
a montañas gigantes para estar en contacto con los
indígenas, estuve en contacto con la naturaleza, viví en
muchas partes distintas con muchas gentes distintas,
así que ahora me adapto muy fácilmente a cualquier
situación. Al final yo no sería quien soy si no fuese por
lo que he vivido.
AC: Y para terminar: has afirmado en alguna entre-
vista que querías hacer un documental “sobre la ma-
ternidad, sobre lo que significa ser madre, sobre el
límite entre libertad y responsabilidad”. ¿A qué con-
clusiones has llegado?
CW: Que no hay una verdad absoluta, que no hay una
buena o una mala madre. En mi caso tengo claro que
quiero darle una estabilidad a mi hija, procurar ser
una madre distinta a la que fue mi mamá, estar más
presente en su vida. Pero también quiero seguir ha-
ciendo mis proyectos, encontrar el equilibrio. No hay
una conclusión en sí. La conclusión es que cada uno
vive su vida como le da la gana, que es lo que se ve
en la película. Y que no se pueden juzgar tan duro las
decisiones de nadie, pero que también hay que ser
consciente que cuando uno toma decisiones pueden
afectar a sus hijos. ■