[ CULTURETA ]
hermano. Precisamente en la película quiero que ella
reflexione, que piense si cometió errores, pero sin juz-
garla, por eso durante el documental le doy tanta voz
y trato de entenderla.
AC: Tu madre, sin embargo, es ajena a esa “culpa”.
De hecho, dice que en la maternidad hay que romper
“con esa rueda de sacrificios y de culpas”. “¿De qué
sirve una mujer si se convierte
en una madre sacrificada?”, se
pregunta. ¿Crees que existe un
punto intermedio entre tu madre
y ese ideal de madre abnegada?
CW: Sí, quisiera creer que sí exis-
te. La palabra “sacrificio” es muy
fuerte. Cuando una tiene hijos y
el amor es tan grande una no sa-
crifica. Una deja de hacer cosas,
pero no es un sacrificio, lo siento
como algo natural. Pero también
estoy en cierto modo de acuer-
do con mi mamá porque ella ha-
bla de un modelo de madre que
no se puede realizar como mujer,
esas madres frustradas a las que
les tocó, por el qué dirán y la sociedad, ser madres
sacrificadas. Eso también tiene mucho que ver con el
machismo, con los hombres que un poco obligan a las
mujeres a estar ahí, dedicadas en exclusiva a los hijos.
Creo que ella habla desde el punto de vista de esas
mujeres y en eso estoy de acuerdo con ella. Creo que
se podría llegar a un equilibrio, sentirnos madres feli-
ces y completas también como profesionales, pero sin
abandonar a nuestros hijos. Al
menos eso trato de hacer yo.
“En mi infancia
eché de menos
no tener un
centro, una casa,
unos amigos, un
sitio al que una
siempre pueda
volver”
AC: Al ver el documental me
gustó mucho ver que tú tienes
muy claro la influencia que la
ausencia de tu madre ha tenido
en tu vida, pero dejas todo el
espacio y la libertad del mundo
a tu madre para explicarse, para
argumentar. ¿Has entendido
más a tu madre, sus decisiones,
tras las conversaciones que han
dado lugar a Amazona?
CW: La película ha cambiado
mucho nuestra relación, está
mucho más liviana. No sé si es
MARZO 2018 •
mama
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