[ UN VISTAZO FUERA ]
en Panamá. Si los hay, pue-
de ser una red a la que no se
llega tan fácilmente. Reciente-
mente, descubrí una columna
en una muy conocida revista
semanal del país en la que un
padre cuenta sus experiencias
como papá reciente. Aplaudo
la iniciativa y sería muy bueno
que más padres panameños se
atreviesen a dar el salto, como
tú dices, y contar sus experien-
cias sobre la paternidad.
“Sería muy bueno
que más padres
panameños se
atreviesen a dar
el salto y contar
sus experiencias
sobre la
paternidad”
AC: ¿Y cómo es ser madre en
Panamá, por cierto?
A: Supongo que como en cualquier otra parte del
mundo, haciendo lo mejor que podemos y dando
siempre esa milla extra por nuestros hijos. Desde mi
punto de vista, y por mi experiencia personal, se ha
perdido un poco la tribu, esa red de apoyo de mujeres
tan necesaria para las madres. En ese sentido, la tribu
presencial ha dado paso a la tribu virtual siendo esta
nuestra nueva forma de continuar con ese vínculo
ancestral femenino.
AC: Tú formas parte de Madresfera. ¿Cómo descu-
briste nuestra comunidad? ¿Qué te ha aportado?
A: Formo parte de Madresfera casi desde los inicios
de mi blog. Precisamente, descubrí la comunidad
cuando estaba en el proceso de investigar sobre
blogs de maternidad, lo cual confieso era un univer-
so que desconocía antes de ser madre. Por supuesto,
me encantó la idea de una comunidad que agrupara
a los blogs de maternidad/paternidad en nuestro
idioma porque te sientes parte de algo, de una causa
común.
Lo primero que me aportó fue definitivamente el
sentirme parte de una comunidad. Además, es una
puerta de acceso a un mundo muy dinámico, repleto
de información para padres y madres. Particularmen-
te, admiro su compromiso con las campañas sociales
que difunden y el dinamismo que transmiten como
equipo, siempre con algo novedoso que ofrecer.
AC: En España andamos
siempre a vueltas con la con-
ciliación. ¿Hay medidas para
conciliar familia y trabajo en
Panamá o también es una
utopía?
A: También es una utopía. Has-
ta tal punto que ni siquiera es
muy conocido el término “con-
ciliación laboral y familiar”. De
hecho, yo conocí ese término
gracias a mis andanzas en el
mundo digital.
Para que tengas una idea, la
licencia de maternidad en Panamá es de 14 sema-
nas, 6 semanas antes del parto y 8 semanas des-
pués del parto, es decir, que una madre se separa
de su hijo aproximadamente a los 2 meses de
nacido para reintegrarse al mundo laboral. Consi-
dero que ni la madre ni la criatura se encuentran
preparados para esa prematura separación. En ese
sentido, hace muy poco se ha puesto en marcha
una propuesta legislativa para permitir a la madre
distribuir las semanas de la manera que mejor con-
sidere y así tener la posibilidad de utilizarlas en su
mayoría después del parto.
En el caso de los padres, la licencia de paterni-
dad es por 3 días y fue establecida por una ley que
empezó a regir desde mayo del 2017. Ante esto
me quedo sin palabras, aunque reconozco que es
un primer paso para incluir y permitir a los padres
estar más presentes en esos momentos.
Hay empresas que se preocupan por ofrecer a
sus colaboradores condiciones para esa “conci-
liación”, pero no es la norma. Desde mi punto de
vista, se favorece al trabajo y a la producción por
encima del vínculo primario de afectos y cuidados
de un ser humano y, evidentemente, eso tiene un
impacto en la formación de esos individuos y en
nuestra sociedad. Definitivamente, la conciliación
laboral y familiar en mi país está lejos de ser una
realidad. ■
MARZO 2018 •
mama
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